Sucedió la semana pasada: Vecinos de Gerli detectaron un murciélago que se arrastraba por la vereda, echando espuma por la boca. Llamaron a Zoonosis y los veterinarios diagnosticaron que el animal padecía rabia (foto). Y la hidrofobia es sólo una de las tantas enfermedades que los murciélagos transmiten a otros animales y a humanos. La familia de enfermedades transmitidas por murciélagos, son conocidas como henipavíricas. Son unas nueve, no hay vacunas contra éstas y la mayoría producen una letalidad alta. A estas hay que sumar la sospecha de que el coronavirus lo trasmitieron los murciélagos. En Lanús hay verdaderos reservorios de estos animales y no se advierte que el municipio salga a controlarlos. Sin ir más lejos, pared de por medio con el Concejo Deliberante hay un edificio de departamentos del que al atardecer emergen verdaderas nubes de murciélagos que salen a buscar alimentos y que se sepa, las autoridades ni se dieron por enteradas. El titular de Zoonosis municipal es Gustavo Grupali.
