por Lisandro Martínez*
“Varias tiendas estatales donde compran con dólares “los mayimbes” (funcionariado cubano) fueron saqueadas por el pueblo en Cuba” (11/7/2021 www.swissinfo.ch).
La revolución cubana de 1959 fue multiclasista, antidictatorial y el sector más consciente quiso transformarla en socialista. Sin política independiente, ni proletaria, sufrió todo tipo de presiones políticas y económicas que llevaron a su dirección, a girar varias veces 180 grados en sus posiciones.
El Gran Debate
El triunfo del pueblo cubano subrayó la vigencia de la revolución social en Latinoamérica y el mundo y planteó la transición del monocultivo, dependiente del imperialismo, a socializar la producción.
Los planes de industrialización no pudieron llevarse a cabo ya que: 1. Parte de los equipos de manufactura para nuevas fábricas girados por los soviéticos eran obsoletos, lo cual dificultaba que los productos fabricados en Cuba pudieran competir en el mercado. 2. La falta de formación de técnicos impidió instalar nuevos equipos; así la maquinaria se amontonaba
y hasta oxidaba esperando su puesta en funciones. 3. Las nuevas fábricas de clavos, tornillos y herramientas, necesitaban materias primas que no se producían en el país y había que importarlas de países socialistas, esto habla de la dependencia comercial de Cuba.Una de las orientaciones fue "el Cálculo Económico" salido del director del INRA, el
estalinista Carlos Rafael Rodríguez que era acompañado por miembros del PCC -de triste papel en la revolución- y otros funcionarios pro soviéticos. Los funcionarios del PCC preferían no incentivar la colectivización y aunque apoyaban las directivas centrales, pretendían mejorar la productividad empleando instrumentos del mercado. El Che después de un profundo análisis, presentó frente al "Sistema de Cálculo Económico", "el Sistema Presupuestario Centralizado", en el cual las empresas no poseían ni propiedades ni capital. Esto planteaba la colectivización de los medios de producción como modelo para toda América Latina. El debate escaló en rispideces y mientras el Che apelaba a los estímulos morales aprovechando el envión de la victoria revolucionaria, los estalinistas señalaron que la ayuda de la URSS venía con un método impuesto en la producción de la URSS: el Estajanovismo.
En la URSS en1935 ya instalado el estalinismo, el obrero Alekséi Stajánov extrajo 14 veces más carbón que otros. Stajanov en 6 horas obtuvo 102 toneladas. Entonces, la burocracia escogió ese modelo para la URSS. Al trabajo a destajo –que en el capitalismo los obreros lo combaten con huelgas- se lo llamó Estajanovismo y esa súper explotación se pagaba en rublos.
Desde 1935 con los estímulos económicos de la explotación capitalista funcionó la economía soviética y esa super explotacion -cuando el aparato derrotó al Che- la adoptó Cuba. Los resultados le plantearon al Che un problema moral y político sobre su continuidad al frente de la dirección cubana y alentaron su iniciativa boliviana. “Atado a la política de planificación, el sistema de estímulos juega un rol importante en la economía y en el tránsito al socialismo. Estos pueden ser materiales o morales. Los primeros, son premios en bienes o dinero que recibe un trabajador tras superar ciertas pautas de producción. Mientras que los estímulos morales son el reconocimiento a personas que se destacan en su labor ante la sociedad, sin que esto sea un beneficio material futuro”.
(http://www.ungs.edu.ar/.../Alex_Ratto_Revalorizacion_del...)
La coexistencia pacífica -para evitar nuevas revoluciones- fue propuesta por Stalin a Roosevelt y Churchill (1942 Conferencia de Moscú). Esto siguió en Casablanca, Terán, el Cairo y Yalta en 1945 donde dividieron el mundo. Stalin a pesar de que el Ejército Rojo fue el que aplastó a los nazis, se sometió al capital y dijo que la ONU debía garantizar la imposibilidad a las potencias de dominar el mundo. Stalin así, abandonó las banderas del socialismo internacional. Mao y Tito a la salida de la guerra desoyeron a Stalin e hicieron sus revoluciones en China y Yugoslavia respectivamente. Stalin impidió que los pueblos en armas de Grecia e Italia consumaran su revolución post guerra. La coexistencia pacífica resultó carta decisiva en la contrarrevolución.
Desde 1959 las presiones estalinianas contra la revolución escalaron alto.
El 15/4/1961 EEUU invadió Bahía de los Cochinos y fue derrotado.
En 1962 en la crisis de los misiles, la decisión de retirar los cohetes fue rechazada varias veces por la dirección cubana.
En 1964 en Brasil: golpe militar contra Jao Goulart.
En 1965 los asesores rusos evitaron la solidaridad cubana con el pueblo en armas de Santo Domingo ante la invasión de EEUU. La sublevación de los caribeños estalló el 24/4/1965 cuando miles ganaron las calles, apoyando al general Caamaño, se intentó tomar cuarteles, emisoras radiales e instituciones del gobierno. La insurrección dominicana fue otro cachetazo a la "coexistencia pacífica" con el imperialismo. “La revolución dominicana reveló la inconsistencia del foquismo y la estrategia latinoamericana de la dirección cubana” (Politica Obrera N°6, 1966). La dirección castrista no asumió el liderazgo de la revolución latinoamericana, fue incapaz de establecer un programa y una táctica frente a la caída de Goulart y el ascenso de masas en Santo Domingo.
No fracasó como dijeran la burocracia soviética y el PCC, “la concepción de unidad revolucionaria latinoamericana”. Quien fracasó fue la guerrilla y su receta foquista en cualquier escenario.
Al castrismo en 1968 los rusos lo obligaron a celebrar que los tanques soviéticos aplastaran Checoslovaquia poniendo fin a “la Primavera de Praga”, donde las masas intentaron por 8 meses construir un socialismo sin “mayimbes”.
Castro fue a apaciguar Chile en 1971, señalando “No hay que repetir esquemas de la revolución cubana". Acordó con la política reformista de Allende y respaldó distintas “vías” al socialismo, apoyando al nacionalismo peruano, mientras a los mineros de Chuquicamata, les advirtió contra los reclamos salariales excesivos al gobierno de Allende” (Politica Obrera N°99 2/12/1971)
En 1979 en Nicaragua, Fidel propuso a la Junta Revolucionaria que escuchara al Grupo Contadora, una instancia pro yanquis “de paz” en Centroamérica liquidadora del proceso de revolución social.
El fantasma del comunismo sigue vigente y recorre el mundo.
(*) Del Partido Obrero tendencia