por Eduardo Florio*
Respetar la voluntad ciudadana, y que los partidos escuchen su opinión en la conformación de las listas de candidatos. Trataré de fundar esta posición evitando, en lo posible, tecnicismos jurídicos, si bien, este tópico implica abordar un aparte de lo que se llama “sistema electoral”, y referido a uno de sus elementos que es “la boleta”. Anticipo que ningún sistema electoral es neutro y no pocas veces nada inocente.
Esta modificación al sistema de boleta bloqueada y cerrada está regulada en la ley 26571, pomposamente llamada “ley de democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral”. ¿Es una regulación razonable? Creemos que sí. Y hasta aquí lo jurídico. El ciudadano participa en la confección de las listas de candidatos de cada agrupación política.
Quiero refutar esa esa idea que surge de las presuntas mayorías partidarias de este sistema de coaliciones que se presenta en la Argentina actual. Y que junto a los multimedios forman una opinión contraria a las PASO, y que la ciudadanía asume como propia. Los argumentos contrarios se centran en sus costos y en un supuesto quebrantamiento de la unidad partidaria o de las coaliciones tanto de la gobernante, como de la oposición.
No escapará al lector que en estos momentos, las dos coaliciones optaron por marginar al
resto de la ciudadanía. En el Frente de Todos ha sido una constante. Pero la novedad es que la cúpula dirigencial de uno de los partidos integrantes de Juntos por el Cambio, en CABA decidió a espaldas de la sociedad, lo que debieron someter a la voluntad de los votantes.
En la provincia de Buenos Aires, no se reproducirá este tipo de “acuerdos”. Se perfilan tres listas para que los adherentes a Junos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires.
Coincido con los que dicen: “El mundo nos muestra que las demandas sociales, cada vez más dinámicas y difíciles, cuando no encuentran un canal de representación institucional desbordan el sistema democrático”. Personalmente, pienso en lo que deben que deben sufrir en carne propia, el problema del aparato político que cierra la puerta a competir por la representación ciudadana, bajo el pretexto de quebrar la unidad y desatender los problemas de la ciudadaníamásacuciantes. No es así. En cada candidato está la expresión crítica de qué hacer con esos problemas.
Juntos por el Cambio debería honrar la voluntad de competir en primarias y complementar la oferta política. No poner el aparato político por sobre la voluntad de los votantes. La coalición opositora tiene que mostrar que su compromiso con la democracia empieza por casa y habilitar una opción que permita la participación ciudadana de muchos argentinos. Cuando los políticos actúan sólo por conveniencia personal, privilegiando sus ambiciones personales por sobre las necesidades ciudadanas, causan un daño enorme a la calidad democrática del país.
Eso distinguiría, sin entrar en valorizaciones, al método del peronismo. Siendo lógico que uno espere mejores métodos de selección de candidatos por parte de la oposición. No debemos renunciar al ejercicio d la libertad política. Elegir entre las opciones que nos son dadas, y también la de crear nuevas opciones.
Una coalición fuerte que represente cabalmente a la ciudadanía es la mejor herramienta para hacer frente a los intentos autoritarios, y para que los ciudadanos tengan la libertad de elegir a sus representantes.
Se afianza la representatividad cuando las listas ofrecen la relación más especular (de espejo) con la diversidad de matices de fondo y de forma que tiene la sociedad que se trata de representar.
No debemos renunciar a ser o apoyar nuevas opciones, no podemos renunciar a que la oferta partidaria se decida en cúpulas cerradas a los nuevos vientos democráticos y al recambio e incorporación de nuevos representantes.
Bienvenidas las PASO en todos los partidos, para que se dé respuesta a la necesidad de renovación y pluralismo, garantías de libertad ciudadana.
(*) Ex senador provincial y militante de la UCR