por Salvador Baratta*
Con relación a la nota de Randazzo (en La Defensa de ayer) y mi posible candidatura, debo decir que efectivamente mantuve una reunión con Florencio Randazzo, donde hablamos mayormente de seguridad pues importaba mi visión. Nunca se habló de candidaturas. Ahora como argentino debo decir libremente pues creo que estamos en un país libre, que me interesa salir del odio en que vivimos, que estoy cansado de elegir entre Macri y Cristina, derecha o izquierda, TN o C5N, riqueza o pobreza. Basta, millones de personas creemos en el trabajo genuino, en que existe el esfuerzo y su recompensa, en la justicia social que no es lo mismo que la limosna. En las libertades individuales, cosa que millones de argentinos no tienen pues deben ir a votar pensando que si cambian el voto pueden perder la ayuda miserable. Cómo puede ser que no se den cuenta que lo que hace grande a los padres y madres es ver que tus hijos crecen con el esfuerzo de tu trabajo y sacrificio y además son el espejo para ellos. Estamos cansados de los acomodos, del confort y de los privilegios de las clases políticas. Acá sin ir más lejos vemos personas que toda la vida vivieron de la política (de hecho viven de maravillas) y no saben lo que es abrir un negocio o industria, llegar a fin de mes y pensar en juntar sueldos e impuestos, pero se dan el lujo de criticar a esos que los mantienen, tratándolos de capitalistas y de egoístas bajo el verso de una Argentina más igualitaria, eso sí siempre con el esfuerzo ajeno. Que
nuestros jóvenes entiendan que para ser inclusivo no hace falta cambiar el idioma. Por esto y por muchas otras cosas pienso que debemos poder elegir otras opciones y que Randazzo puede ser una de ellas, pues tiene experiencia y gestión, y alguna vez tuvo la convicción de decir que no, a pesar de quedar relegado. Merecemos por nuestros hijos y nietos empezar a construir un país más serio, donde el delincuente marche preso y el policía sea reconocido por su trabajo, donde el que trabaja crezca producto de su esfuerzo y no crezcan los aplaudidores, donde nuestros jóvenes sepan que la educacion y el estudio es la llave de muchas puertas y no la rosca y la obsecuencia. Por eso debemos pensar en una alternativa seria. El comunismo nunca cambió la vida de la gente para bien. ¿O acaso alguien murió fugando el muro de occidente a oriente? Creo que el país saldrá con una coalición seria donde debe haber una fuerte pata peronista, pero dejando de la lado las ideas del comunismo.(*) Ex concejal de Lanús