por Daniela Mendez*
El mundo está viviendo algo parecido a una guerra. Sólo en Argentina hay casi 90.000 muertos hasta el momento. Como en toda guerra hay que sumar los daños colaterales: económicos, educativos, psicológicos. Ante esta situación los líderes actúan de varias formas: Podemos citar la Segunda Guerra Mundial, donde la reina de Inglaterra comía la misma ración que los soldados. Y como contraparte, azorados observamos al general Menendez, gobernador argentino de las Malvinas durante la guerra, rindiéndose pulcro, recién afeitado, la ropa impecable, ante el general inglés Jeremy Moore, sucio, barbudo, desgreñado por la batalla. Una escena parecida se reproduce en estos días en Lanús, en plena pandemia, y crisis económica. Por un lado, vemos al 80 % de los vecinos, bajo la línea de pobreza, los comerciantes todos casi fundidos los que quedan en pie; hay indigentes y cartoneros por todos lados. Pero por el otro lado tenemos al poder político municipal: Para ellos la pandemia sólo está representada por el uso del barbijo, no viven en una situación de guerra, para ellos todo sigue igual. Sólo hubo un atisbo de reducción de salarios en un primer momento de la pandemia, luego para ellos siguió la fiesta, hablo de los funcionarios políticos de este, nuestro gobierno municipal de Néstor Grindetti.
Para poner un ejemplo de este real desprecio por los vecinos, podemos mencionar que en
medio de esta pandemia, con los índices económicos por el piso, con una desocupación que asusta, con indigencia, el poder político municipal, está preocupado por el ingreso de dinero a sus arcas, y no para afrontar la pandemia sino para pagar los abultados sueldos de los funcionarios políticos municipales (casi ninguno de ellos reside en Lanús, como si fuera poco), entonces en plena pandemia Grindetti no encuentra mejor manera para recaudar más, que privatizar la cobranza de la deuda de impuestos municipales. No tiene empatía alguna por el vecino golpeado por la pandemia, necesita dinero para pagarle a sus funcionarios, en casi todos los casos inactivos por la pandemiaComo ejemplo, podemos hablar de la Secretaríía de Cultura del Municipio de Lanús, que está compuesta por: Una secretaria; dos subsecretarias, una de Cultura, y otra de Educación; dos direcciones, una de Cultura y otra de Educación. Luego tenemos el Museo de Arte Contemporáneo (Macsur) que más que museo funciona como sede de la Secretaria de Cultura. Este complejo, además de la Secretaria de Cultura, tiene una curadora de Arte, y un director del Museo. Este director merece un párrafo aparte: Fue contratado un mes antes del comienzo de la cuarentena, el 10 de marzo de 2020, o sea que este funcionario político, hace casi un año y medio que no trabaja y cobra su importante sueldo.
Cabe destacar que la Secretaría de Cultura está inactiva y lo único que realiza es publicaciones en sus redes sociales, cosa que alcanza con un empleado, todo lo demás es virtual, o sea, los únicos que trabajan on line, son los profesores de los diferentes cursos. Podemos decir que estos funcionarios políticos mencionados -secretaria, subsecretarios, directores, curadora, y director del museo- cobran sueldos muy altos, muy diferentes a los del resto de empleados y profesores, los cuales perciben salarios que los sumergen directamente en la indigencia. Una verdadera vergüenza.
(*) Estudiante de informática