por Omar Dalponte*
Los argentinos tenemos capacidades científicas y técnicas más que suficientes para fabricar vacunas. Al calor de la acción de nuestro gobierno peronista y con la orientación del presidente Alberto Fernández en su doble función de presidente de la Nación y titular del Partido Justicialista estamos muy cerca de producir -según dicen especialistas en el tema- más de un tipo de vacunas. Si a esto le agregamos la buena noticia de que, a pesar de la pandemia y de una oposición política rabiosa, ha crecido la construcción y la industria en este último trimestre, podemos mirar el futuro con sereno optimismo. Además, no es un dato menor que la Confederación General del Trabajo mantenga un diálogo cordial con el gobierno nacional. Por eso, ante los ataques sistemáticos de una oposición política irracional, nuestra respuesta debe ser contundente, materializada con realizaciones concretas en todos los niveles, orientadas a favor del desarrollo de la Argentina y del bienestar de nuestro pueblo. En este aspecto debe tenerse muy en cuenta el papel que pueden desempeñar los empresarios nacionales, especialmente aquellos que con muchísimo esfuerzo sostienen el sector de las pymes.
El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, lanzó en la localidad de Pilar un programa de apoyo a las pymes. Se trata del Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC)
Sin dudas este es otro dato auspicioso que contribuye a dar esperanzas a un importante
sector de la industria y el comercio que, como es sabido, da trabajo a millones de personas. Entre otras cosas se anunció "una baja al 0% del derecho de exportación a las mipymes que exporten hasta 500.000 dólares y una reducción del 50% de la alícuota a las exportaciones de hasta 1 millón de dólares.Son alrededor de 3.700 mipymes exportadoras beneficiadas -un 50% del total de este universo-, de las cuales 3.400 dejarán de pagar los mencionados derechos" El empresariado nacional constituye una pieza fundamental en el sistema industrial y comercial argentino. Por lo tanto su acción debe ser estimulada a fin de que la economía pueda recibir, también desde ese sector, el impulso necesario que nos permita superar la difícil situación que hoy, por el desbarajuste causado por el neoliberalismo y los efectos de la terrible epidemia sufrimos los argentinos.
Sepamos comprender el cuadro de situación actual. No es fácil gobernar en medio de tantas adversidades. Sepamos organizarnos con paciencia e inteligencia para, desde el pueblo, con el poder de las mayorías nacionales, dar las respuestas adecuadas en el momento justo, a las provocaciones de quienes con afanes destituyentes creen que pueden pisotear los derechos constitucionales con total impunidad.