Esta notinovela es de aventuras. Está dirigida a chicas y chicos que ya saben leer con pocas dificultades, es decir que ya entraron en la pubertad o en la primera adolescencia. El Abu Leo lo conoció hace pocos años atrás. Era un señor mayor rmuy simpático con una barba blanca. Y él le contó sus experiencias con los extraterrestres. Su oficio de camionero lo había llevado a recorrer todas las rutas del país varias veces y eran innumerables las historias que el volante le habían proporcionado a él y a sus colegas en los descansos del trabajo. Las más asombrosas fueron dos encuentros personales que tuvo con sendos hombres, en ocasiones distintas, que así como subieron a su camión, desaparecieron de su vista al bajar. Al principio le pareció que eran sólo fruto de su imaginación, pero el tiempo le fue dando algunas muestras que eran pruebas de que el padrino hablaba en serio. Su vida cambió y a partir de allí se dedicó a estudiar la cuestión de los alienígenas y adquirió conocimientos que trató de transmitir a los demás que así lo quisieran. Uno de ellos fue el Abu Leo. Por ejemplo, una vez, en tono de pregunta entrando a casa, señaló la luz existente a la salida y preguntó porqué la habían dejado prendida siendo que aún era de día. La respuesta fue de extrañeza, pero el Abu Leo la apagó. Luego a la noche cuando volvió, se volvió a encender. Otra tarde pasó lo mismo y volvió a señalar el incidente. El farol estaba encendido. Y el Abu Leo, extrañado, le aseguró que esa mañana lo había apagado. Fue entonces que el padrino Jean comentó: —Fueron los EnanitosVerdes-. La tercera vez que ocurrió y ante la sorpresa del dueño de casa, el visitante expresó que no se asombrara, los Enanitos Verdes querían con esa acción, demostrarle su presencia en la Tierra.
Para no aburrir, el padrino Jean señaló con otras demostraciones que en todo elmundo hechos ocurridos en el pasado o misterios informados por los medios de comunicación o afirmaciones, se verificaron con posterioridad. Las autoridades para no crear conmoción no las divulgan. El Abu Leo terminó convenciéndose de que los extraterrestres existen. Que podían ser verdes o grises, altos o bajos, delgados o voluminosos, o simplemente seres humanos perfectos, sin diferenciarse físicamente de la apariencia de los habitantes naturales de este planeta, aunque con un poder y una cultura, tanto física como mental mucho más elevados. Hace poquito, Jean partió hacia la Vida Eterna, con la misión de colaborar como lo hizo siempre durante su Vida Terrenal con los Seres Superiores, sean el Padre Celestial o el Creador de la Naturaleza. El objetivo: Preparar a la Humanidad para un Mundo Mejor.
Leonardo Saphir