El Abu Leo, una de cuyas tareas en estos noticuentos infantiles es la de percibir en las chicas y chicos sus habilidades naturales, les cuenta historias como la de Andreita. En este caso, con una intención que al final se develará. Cuando ella todavía no balbuceaba palabras ya caminaba e incluso se paraba en un banquito y saltaba de él a la manera de las gimnastas, con los pies juntitos y extendiendo sus bracitos. Más tarde a la edad de cuatro años en el club donde la llevaban sus papis, jugaba a la pelota como los mejores, practicaba patín, básquet, gimnasia y cuanto deporte se desarrollara en el club. Su afición la llevó a destacarse en el fútbol, a pesar de que oficialmente todavía no estaba organizado como fútbol femenino. Muchas niñas les pedían a sus profesores, en el gimnasio del club, que les permitieran armar partiditos de papi fútbol. Y más, cuando eran invitadas a otros clubes que tenían canchas al aire libre de medidas reglamentarias, formaban un equipo de once y se armaban campeonatos entre ellas. Andreita era muy buena, tenía condiciones de goleadora y era hábil con las dos piernas. Eso sí, en la escuela también era muy buena alumna y cuando llegó la hora de decidir optó por la bioquímica. Otra característica que heredó de la familia era el amor por sus semejantes. La pasión por el deporte no la dejó nunca. Era socia del club I.L.Peretz pero fanática de Lanús y siempre iba a la cancha a verlo jugar. Y hasta el día de hoy, todavía, se hace algunas escapaditas para ver al granate. Cuando se recibió de bioquímica, la doctora Andrea Gamarnik eligió la especialidad de Biología Molecular. Más tarde se dedicó a la Virología en estudios del virus VIH y hepatitis B en los EEUU. Luego, regresó al país y se incorporó al Instituto Leloir, donde creó el laboratorio que investigó el virus del dengue y del zika. Tuvo reconocimientos internacionales y ahora es la primera mujer argentina miembro de la Academia Estadounidense de Microbiología. Hoy está trabajando junto al gobierno en la lucha contra la pandemia de Covid 19, donde en el tiempo récord de solo 45 días desarrolló junto a su equipo, una prueba de anticuerpos contra el virus. También participa en talleres, conferencias y publicaciones acerca de la problemática social de la mujer.
Esta historia tiene un significado especial para el Abu Leo: Su nieta Vicky muestra a los cuatro años similitudes con Andreita. Tiene muchísima predilección por los deportes. Quizás este relato lo guarde en su subconsciente y haga de ella una persona ejemplar como la de este noticuento.
Leonardo Saphir saphirleonardo@gmail.com