por Omar Dalponte*
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Si realmente se pretende hacer un buen papel en las elecciones a realizarse cerca de la finalización de este año, es necesario afirmar el Frente de Todos y robustecerlo. Sabemos que compatibilizar las diferentes posiciones dentro de un frente con las características de esta fuerza política no es tarea sencilla. Pero encararla es imprescindible. Del resultado de esta elección dependerá la seguridad de nuestro gobierno y que se pueda gestionar exitosamente hasta el año 2023. Nada menos. Es más: si por esas cosas de la política ocurriera un triunfo neoliberal no habría garantía de que el formato de gobierno cono República Constitucional se mantenga en pie. No exageramos. El macrismo no soporta la presencia de gobiernos populares, la derrota electoral de 2019 exacerbó su sentimiento de odio hacia el pueblo y no admite otra cosa que no sea el poder absoluto en manos de las clases dominantes.
Para quienes entendemos que una de las batallas principales e ineludibles que debemos librar es en el terreno electoral, la cuestión no pasa por la pelea entre nosotros ni por los egoísmos sin sentido. Si sabemos organizarnos, construir unidad, demostrar a la sociedad honestidad, inteligencia, capacidad y voluntad para trabajar por el bien común habremos avanzado en la tarea por conquistar la simpatía de los votantes. En el orden nacional,
incluida por supuesto la provincia de Buenos Aires donde nuestra victoria fue contundente, la unidad y el adecuado mensaje político dieron un resultado óptimo. Los representantes de nuestro Frente ganaron en Avellaneda, recuperaron Quilmes, triunfaron en Lomas de Zamora, en Esteban Echeverría y demás distritos cercanos. En Lanús desgraciadamente fuimos derrotados y perder aquí, a los peronistas locales, nos amargó la fiesta. Lamentablemente después de la derrota no supimos arbitrar los medios necesarios para recuperarnos y organizarnos como una fuerza política debe hacerlo luego de ser vencida. Procedimos al revés. Nos dispersamos ocupando diferentes parcelas y en cada una de ellas cada quien hizo lo que quiso y lo que pudo. Al macrismo local se le hizo el campo orégano. Distinta habría sido la cosa si el Frente de Todos, desde sus inicios, se hubiese constituido, por ejemplo, acordando una conducción colegiada con distribución de responsabilidades y el reaseguro de un compromiso escrito dejando establecida la obligación de sostener unido el Frente más allá del resultado electoral. No se expresó con claridad cual sería el rumbo a seguir en caso de triunfo. Tampoco que posición deberíamos adoptar en situación de derrota ni como deberíamos accionar si nos correspondía ser opositores. Careciendo de la organización indispensable con que debe contar todo agrupamiento de cualquier disciplina, el Frente de Todos, en Lanús, pasadas las elecciones quedó como una brújula mal calibrada.Ahora no se trata de llorar sobre la leche derramada. Debemos recomponernos y plantarnos en el escenario político local con orgullo y vocación de triunfo. Los peronistas tenemos en nuestro haber mucho bueno por exhibir. Una magnífica historia y realizaciones importantísimas concretadas en el pasado y en el presente. Enfrente nuestro habita la oposición salvaje. Entonces, la sociedad tiene a la vista las figuras de Macri, Carrió, Bullrrich, la imagen de algún delincuente prófugo y el recuerdo de cuatro años de gobierno neoliberal desastrosos. Síntesis: la derecha solo puede mostrarse como una fotografía de los Establos de Augías. Nuestro pueblo, nuestros vecinos, no tienen bloqueada su capacidad de razonamiento y sabrán muy bien que decisión tomar cuando llegue el momento. De manera que, en atención a esto, nuestra primera y principal obligación como fuerza política es actuar con transparencia, probar que somos capaces de reconocer nuestros errores y demostrar que estamos dispuestos a sacar a Lanús del atraso elevándola al nivel de una ciudad que merezca ser vivida. Claro que para poder llevar a cabo esta tarea es necesario que haya quienes estén dispuestos a actuar a la altura de las actuales circunstancias. Unidos, organizados, solidarios, demostrando honestidad y capacidad tenemos posibilidades ciertas de triunfar. Enfrentados entre nosotros , divididos por ambiciones personales o de grupo, en Lanús seguiremos por la senda del fracaso. Por lo tanto no es difícil entender que es lo que se debe hacer. Para elegir a quienes habrán de representarnos ya es hora de tomar decisiones. Lista única por acuerdo o resolverlo democráticamente en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)
Sería bueno que nuestros principales referentes, El Partido Justicialista y la TOTALIDAD de los integrantes del Frente de Todos, de cara a la sociedad, sepan construir unidad, estructurar un mensaje adecuado, hallar coincidencias y ganar la confianza de los lanusenses. El pueblo sabe distinguir. Por eso es conveniente ofrecer alternativas superadoras.
(*) De Iniciativa Socialista