Un chorro, aprovechando que el kiosco de 29 de Septiembre y Tucumán estaba cerrado -era medianoche- rompió la persiana y el vidrio (izquierda) y se metió en el negocio. Como los vecinos llamaron a la policía, el caco no pudo salir y se encerró en el baño. La policía ingresó a oscuras y la oficial escuchó ruidos, pide refuerzos, entonces entran cinco oficiales más, y se lo llevaron preso al ladrón. “La sospecha es que no estaba solo, pues el daño que causó no puede hacerlo una sola persona”, señala una fuente. El chorro detenido en la Comisaría 2ª es Pablo D. y tiene 19 años (derecha).