por Leonardo Saphir
Con motivo de los numerosos mensajes que he recibido de los lectores de la primera notinovela publicada por La Defensa el 23 pasado, pasado, “La notinovela de Beto y Almira”, expreso mi gratitud por los conceptos vertidos por los lectores que han enviado sus pareceres. Además del halago que ellos significan, me siento en la obligación de disculparme acerca del “secreto” que significan los nombres ficticios de los personajes. Si bien los hechos están basados en una versión libre, como no cuenta con la autorización escrita de sus protagonistas, por el pudor de la vida privada de los mismos, se ha decidido desde el principio escribirla como una simple, o no tan simple, historia de amor de dos adolescentes. “Hasta los miembros de clubes de fans tienen que asumir que sus ídolos hacen su vida privada”(*). El destino como quedó dicho es llegar a aquellas chicas y chicos que entrando en la pubertad o propiamente en la primera adolescencia, cuando el amor comienza a aparecer. Se ha procurado obtener el relato de los verdaderos Beto y Almira, pero por motivos de fuerza mayor a la fecha no fue posible. Por último, por alguna manifestación que es preferible ignorar, el autor está tranquilo con respecto a sus intenciones. No hay ninguna posibilidad de obtener rédito alguno por la publicación, ni golpes bajos, ni expresiones obscenas o de mal gusto. Sólo se trata de contar una historia como hay muchas en nuestras vidas, donde por los pruritos de la cultura mundana se frustran hermosas experiencias y los valores del amor, la bondad, la justicia humana y divina, entre otros, se pierden por el egoísmo, la maldad y el odio.
(*) Gracias, Pablo Mazurkiewicz.