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sábado, 3 de abril de 2021

El noticuento del músico todo orquesta

La historia comienza en Lanús donde bajó el angelito Horaciú. En la casa vivía su mamá Elsa que era pianista, su papá José María empleado municipal, su hermano mayor Juan Carlos y su abuelita doña Pilar, la que lo llamaba todas las tardes para tomar la leche, exclamando «Horaciuuú».  La pasión del nene era ir a la placita de Villa Obrera, cerca de su casa, a jugar a la pelota cuando volvía de la escuela. Mamá quería que estudiara piano y luego violin, pero no había caso, el fútbol le tiraba. Sin embargo, la música estaba en su sangre y de muy chico tocaba «de oído» cuanto tema le pidieran: tango, folklore, vals, bolero, rock. Sólo le tarareaban un poquito y él arrancaba. Cuando comenzó la secundaria lo mandaron medio pupilo a una escuela de orientación naval,  tal vez porque su tío, Edelmiro Farrell, había sido general y presidente de la Nación, pero a él tampoco le gustó. La disciplina la volcó en la música. Siendo adolescente formó conjuntos musicales de la«nueva ola» donde participó como guitarrista, cantante, compositor, arreglador y director. La fama le llegó con «Buenos Aires 8» el mejor coro a capela de música popular de entonces, según dijeron muchos especialistas, incluyendo al gran maestro Astor Piazolla, entre otros.  Recorrieron el país y el mundo con mucho éxito. Grabaron varios discos y musicalizaron obras de teatro y películas. Horacio Corral (foto), así se llama, transcribía los temas de famosos autores nacionales en su peculiar estilo coral (Corral-coral. ¿Casualidad?). También se preocupó por lo social y formó parte de la estructura sindical que defendía a los músicos. Justamente, por ese motivo, durante la última dictadura militar que ensombreció al país con muertos y desaparecidos tuvo que recluirse en pequeños escenarios. Paradoja del destino: él, pariente de otro ex dictador.

    Nunca bajó los brazos. Hoy se dedica a componer jingles publicitarios y está actualizando su música con las nuevas técnicas de grabación. También forma parte de SADAIC la entidad rectora de los intérpretes y compositores de la Argentina. Tiene dos hijas  y está realizando la tarea más placentera de su Segunda Adolescencia: cantar con su nieto.

                                                       Leonardo Saphir  saphirleonardo@gmail.com