Ana Piccinini vive en su casa de Chingolo, consume la energía eléctrica que se puede consumir en una vivienda de familia, por eso casi se desmaya cuando a fin de año recibió una factura de Edesur por $25. 513,44 si la pagaba en el segundo vencimiento, el 11/1/2021 (arriba). Y a pesar de sus reclamos, le enviaron otra factura, cuyo vencimiento opera el 8/2/2021, por $65.130,09 (abajo). Ana explica que “todo esto comienza con un cambio de medidor el día 4/10/20. Igual le hicieron a mis vecinos de adelante con una multa de 25.000 pesos que se está pagando en forma financiada ya que somos todos trabajadores, todos precarizados y algunos en negro.Vale destacar que residimos en Monte Chingolo y no en Recoleta, aunque el abuso es reprochable en todas partes. En lo personal no me es posible pagar esa cantidad con mi sueldo municipal”.
¿Quien la protege a Ana? ¿El Enre que no saca la cara por nadie? ¿La oficina de Defensa del Consumidor municipal que ni se sabe si existe? ¿Los concejales del distrito, cuya existencia no está muy probada que digamos? Para no hablar del Defensor del Pueblo, cuya inexistencia sí está comprobada...