Era una imagen que causaba indignación: Centenares de jubilados, asándose literalmente bajo el sol de enero, en apretadas colas interminables frente a las sucursales de los bancos Spupervielle, porque los empleados lanzaron un paro sorpresa en reclamo de un "pago incumplido" y no atendían. En la agencia de 9 de Julio 1755, Lanús este, esperaban dos colas de jubilados: una daba la vuelta por Córdoba hasta mitad de cuadra y la otra lo mismo por Gaebeler. A las 11:00 abrieron las puertas y comenzaron a atender.
