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miércoles, 6 de enero de 2021

HCD: Proyecto para penalizar el vandalismo duerme el sueño de los justos

En octubre de 2020 se presentó un proyecto para sancionar el vandalismo. Aún no recibió dictamen de la Comisión de Gobierno
Un proyecto de ordenanza sobre el vandalismo en edificios públicos y todo patrimonio municipal fue presentado en la mesa de entradas del HCD el 22 de octubre de 2020. Pasados dos meses de su presentación, aún no ha recibido despacho alguno de la comisión de Gobierno, que preside Jorge Schiavone.
En su momento dimos a conocer su contenido y, aunque es habitual que algunos proyectos demoren algunos meses en lograr despacho de las comisiones que deben analizarlos y que en año de cuarentena todo se ralentizó, es propio tener en cuenta que las circunstancias pueden acelerar los tiempos para su análisis.
Lanús comenzó 2021 con actos de vandalismo en un centro de salud municipal, que no hace mucho construyó el municipio en Gerli. Una vieja aspiración de los vecinos del barrio había tomado forma y fue dañada por vándalos que destrozaron sus vidrios, aparentemente a botellazos. Aunque no se notificó si hubo testigos del hecho o si los perpetradores fueron filmados por alguna cámara de la zona, es obvio que de existir forma de identificación de dichos sujetos, les cabría perfectamente alguna de las sanciones que propone el proyecto. Por tal motivo, es dable recordar el contenido del mismo.
 El proyecto procede del bloque unipersonal Frente Justicialista de Lanús (Frejula), cuyo titular es Jorge Montero, y detalla puntualmente los sitios donde pudieran producirse  los hechos vandálicos y las sanciones que correspondan aplicar a los autores de los hechos. Indica que su objetivo es “la protección de los bienes públicos de titularidad municipal y de todas las instalaciones y elementos que forman parte del patrimonio urbanístico, natural y arquitectónico del término municipal de Lanús frente a las agresiones, alteraciones y usos ilícitos de que puedan ser objeto”
Establece que las medidas de protección reguladas en esta ordenanza se refieren a los bienes de servicio o uso públicos de titularidad municipal, tales como bulevares, calles, plazas, paseos, parques y jardines, puentes y pasarelas, túneles y pasos subterráneos, estacionamientos, fuentes y estanques, bancos, farolas, elementos decorativos, señales viales, árboles y plantas, contenedores y papeleras, vallas, señales de tránsito y demás bienes de la misma o semejante naturaleza. También están comprendidos los edificios públicos y todas sus dependencias interiores y exteriores (patios), centros culturales, colegios públicos, centros de salud, guarderías infantiles, instalaciones deportivas, cementerio e instalaciones provisionales o efímeras que se ejecuten con motivo de la celebración de algún acto o festividad.
Establece que serán responsables  “las personas físicas o jurídicas que, aun a título de simple inobservancia, causen daños en el dominio público  u ocupen bienes sin título habilitante o lo utilicen contrariando su destino normal o las normas que lo regulan, serán sancionadas con una multa cuyo importe se determinará por el órgano competente, con independencia de la reparación del daño y de la restitución de lo usurpado.  En el supuesto de que los autores de tales hechos sean menores de edad o concurra en ellos alguna causa legal de inimputabilidad, responderán por ellos los padres, tutores o quienes tengan la custodia legal.”
Incluye  también a los organizadores de actos públicos, espectáculos, manifestaciones, etc., como responsables de la suciedad o deterioro de elementos urbanos o arquitectónicos que se produzcan y están obligados a su reparación o reposición, y al correspondiente pago de la sanción.
Para la graduación de la sanción a aplicar, dentro de los límites establecidos en esta ordenanza, se tendrán en cuenta la cuantía del daño, el beneficio obtenido por el infractor, así como su reincidencia y circunstancias personales y económicas. Las personas sancionadas deberán reparar el daño ocasionado o pagar por su reposición y además cubrir pecuniariamente el monto de la sanción impuesta.
En este período en que no se realizan sesiones ordinarias -que comenzarán en marzo- los concejales podrían avanzar en su estudio, reforma y despacho para que pueda ser tratado cuando las sesiones se reanuden. Más teniendo en cuenta que este año habrá elecciones legislativas y que es de prever que, durante la campaña política, los actos de vandalismo podrían repetirse.
Hay vecinos que pueden ser testigos inesperados, hay cámaras que pueden colocarse, alguien pudo ver algo de lo que sucedió.
Porque siempre aparece algún desubicado que cree imponer sus ideas destruyendo lo que pertenece a todos.
                                                                                             Marta Santos