Un vecino vio que la policía perseguía a un chorro, entonces sacó su pistola y le metió al prófugo tres balazos a la altura del torax. Ahora el titular de la UFI 2 lo acusa de “homicidio simple en concurso real con portación ilegal de arma de guerra”.
Ocurrió ayer al mediodía, que un individuo entró a robar en el obrador de Olazábal y Madre Teresa. Guardias privados y agntes de Policía Asdicional (Polad) lo advierten, le dan la voz de alto pero el sujeto sale corriendo. En su huida se cruza con un vecino, que al advertir que huye de la ley, saca una pistola 9 milímetros de entre sus ropas y le pega tres tiros en el cuerpo de los cinco que disparó, al fugitivo. El herido fue llevado a la UPA 3 donde falleció, y el justiciero fue detenido en la Comisaría 5ª donde ahora enfrenta cargos penales muy graves, pues el arma no la portaba legalmente.
Cabe recordar -y la justicia lo debería tener muy en cuenta- que esa zona es tierra de nadie donde los vecinos están a merced de los chorros.
El sujeto abatido era Cristian Enrique Amado, tenía 22 años, y se domiciliaba en el pasaje Gaita del Barrio Acuba.
El civil que efectuó los disparos es Walter Daniel Araóz, argentino de 43 años.