Como debe haber adivinado el lector de La Defensa, el título se refiere a la relación de Enrique Santos Discépolo "Discepolín" y el.club Granate; Lo popular del tango y el fútbol.
El mitico film "El Hincha" es el eslabón que los une.
La película se estrena en Buenos Aires en 1951. Como no podia ser de otro modo enormes multitudes la vieron. La campaña electoral se avecinaba. El presidente de la Nación era el general Juan Domingo Perón; el.ministro de Hacienda y presidente del Racing Club, era el doctor Antonio Ramón Cereijo; el subsecretario de Prensa y Difusión, Raul Alejandro Apol.
Se inaugura el.estadio de Racing, Presidente Perón, El Cilindro.
Comienza la proyecciòn: Año 1950, el Club Victoria está peleando el descenso y tenia los ultimos tres partidos con Huracán, Rosario Central y Lanús (primera coincidencia). Su estadio es el recién inaugurado estadio racinguista.
En otra escena, cuando el personaje principal, el Ñato, fanático del Victoria, en.un diálogo con la "vieja" menciona, expresamente a Lanús (segunda casualidad).
El.partido final con Lanús se juega en su cancha. Los memoriosos se acuerdan de la antigua cancha con tablones de.madera (tercera casualidad).
Y la última escena: El.barco que se aleja con Suárez, el talentoso ex jugador del Victoria, casado ya con la hermana del Ñato, y hermano de su novia, la novia eterna, que se marcha al extranjero.
Datos de la realidad: El club Lanús en 1949 se va al descenso en el.bochornoso episodio con Huracán. Regresa en 1950 a la primera división.
Racing fue.el tricampeón: 1948-1949-1950.
Fue el apogeo de la sangria de jugadores argentinos que emigraron al extranjero.
En opinión de este cronista, el.jugador retratado en la ficción, fue José Florio, el legendario jugador granate. Fue vendido al cabo de la primera rueda donde Lanús, iba primero y él, era el goleador. Lanús terminó quinto. Daba cátedra de buen fútbol y comenzaba su época gloriosa que culminaría con el subcampeonato de 1956.
Se recomienda ver la película y que el espectador saque sus conclusiones respecto del genio del arte nacional, Enrique Santos Discépolo. No sólo en lo cultural, sino en lo politico, lo social y lo filosófico.
Murió Discepolín, dicen que de pena, en diciembre de1951, tenia 50 años. Poco antes también fallecía otro gran letrista-filósofo del tango, Homero Manzi, también joven, 44 años.
Leonardo Saphir