Critica la nota sin piedad el hecho de que Kravetz no haya pedido previamente autorización al Ministerio de Seguridad bonaerenses para dotar de 30 pistolas taser a la policía local de Lanús, “en lugar del solapado apriete con una ordenanza para las tapas de los medios comunicaciones”, dice Nagode en referencia a que el ejecutivo envió un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante. Pero Nagode va más allá, y toma las banderas del ala más radicalizada K, cuando dice que Kravetz “borra su pasado kirchnerista en las antípodas ideológicas. Su progresismo barrido bajo la alfombra de gestos como los que deslucen viejos atisbos de sensibilidad social, como si no lo alcanzara la experiencia adquirida como legislador que sabía muy bien criticar los esquemas de represión y estigmatización de los pobres, tal como el progresismo lo hace al evitar estigmatizar a los más vulnerables”. Además de criticar que “el desconocimiento del funcionario (Kravetz) en materia de seguridad es un peligro porque se yergue como la espada de Damocles sobre los vecinos y las vecinas de Lanús”, señala que el jefe de Gabinete de Lanús se exhibió con “un barbijo que es todo un símbolo del grupo policial de elite brasilero conocido por su extrema violencia, autor del episodio en el comedor Los cartoneritos en el año 2017, y ahora las pistolas Taser”.
