por Lisandro Martínez*
Los regímenes sociales organizados con un liderazgo ligado a las masas son quienes guían a sus pueblos en el combate al covid hasta derrotarlo.
La aprobación de Alberto en la pandemia pasó del 80% al 37%. (The Washington Post 20/10/2020).
En términos sanitarios y humanos hay que ir a otro modelo que reemplace al actual basado en el lucro y la fuga de capitales hacia los paraísos fiscales. El enfrentamiento contra la pandemia es pura ficción o directamente una farsa en el cogobierno de Fernández/Larreta/Kicillof que miente sobre las cifras. La política del capital es que pase el tiempo y que la propia peste con un tendal de muertos resuelva. Un dato revelador del debate Biden/Trump (EEUU tiene 53 mil muertos y 1 millón de contagiados) el republicano aseveró que entre poner dinero para combatir el virus o destinarlo a la producción eligió aportar millones para rescatar a los empresarios. Como esa fue la determinación del “jefe”, los gobiernos subordinados siguen la orden y aplican esta política deshumanizada.
Hay que poner en pie una organización social que supere al régimen de la diferenciación social, debemos dirigirnos a las barriadas para imponer mediante la organización medidas sanitarias e higiénicas que al capitalismo no les interesa disponer porque no dan réditos económicos. El principal gasto del cogobierno F/L/K cuando se agudizó la pandemia fue para subsidiar a los capitalistas, y estos emplearon los subsidios en comprar dólares baratos y luego
de hacer una notable diferencia fugarlos a los paraísos fiscales. Esta fuga de divisas producida en Argentina es una de las más grandes de la historia. Esto cuando los índices de pobreza indicaban que los pobres eran 17 millones. El plan de miseria social viene como otras medidas tremendas (Rodrigazo, vaciamiento de las Cajas de jubilaciones, etc.) de la mano del PJ/K que acompañado por los gorilas del Pro pretenden entronizar la pobreza estructural.
Sin agua
En los barrios periféricos, donde el agua escasea se señalaba en marzo 2020: “En los 4.400 barrios populares del país, el 93,5% no tiene acceso a la red de agua potable” (www.pagina 12 - 23/3/2020)
El agua no existe y si la hay no es potable. La consigna propagandística de los gobernantes impotentes que la propagan mediante pautas pagas en los medios: “Lavate las manos cada hora”, vinculan el ataque a la humanidad con los negocios y el “retorno” que reciben de la pauta mediática, el desprecio frente al drama social los incapacita para saber que el “lávate las manos” es imposible de cumplir en barrios enteros donde no hay agua ni jabón y si hay agua, hay una sola canilla comunitaria donde se hace cola y la distancia social se va al carajo aunque lo recomienden CFK o la Carrio desde sus pisos en Barrio Norte.
En barrios y villas existen condiciones de infraestructura particulares que en general dificultan el aislamiento y hacen que la cuarentena sea más parecida a un ejercicio maltusiano de contagio en manada y exterminio.
Muchos millones de personas viven con excusados, sin sanitarios instalados, sin cloacas, ni alcantarillado y apretados por el hacinamiento impuesto que prioriza esas condiciones infrahumanas para tener una mano de obra barata. Otro límite insalvable mientras este régimen siga, es que desde las villas y asentamientos precarios no hay ninguna posibilidad de trabajar en forma remota y aislarse en casa.
La precariedad en el GBA es un ejemplo en Moreno que con 184 km2 y 500 mil habitantes tiene solo dos hospitales. El 60% sin agua potable, el 70% sin gas y el 80% sin cloacas, es el abandono de la salud y la nula prevención de las enfermedades.
En CABA, hay 57 asentamientos donde viven 74.000 familias. Estos barrios y los del GBA tienen un agudo déficit habitacional que cercena derechos. Antes de conocerse el primer caso positivo, los vecinos pidieron urgentes medidas para la emergencia sanitaria. La situación de riesgo en villas y asentamientos está presente en la precariedad habitacional y falta de servicios.
En la pandemia la organización social del capitalismo profundizó la pobreza, la precariedad laboral y la falta de ingresos y con la cuarentena contribuyó con la brutalidad policial bajo la excusa de resguardar la cuarentena barrial. El “doctor” Berni tomó como modelo de contención de la circulación social al gueto de Varsovia y al modelo nazi a la hora del brote en Villa Azul.
Con abandono social
El abandono social, sanitario e higiénico de villas, hoteles, casas ocupadas y geriátricos fue notorio en cuadro de desorganización: sin rutina de visitas, inspecciones, reconocimientos y una dirección inexistente.
Al cumplirse 60 días de cuarentena el CELS, cuya dirección es devotamente K, registró una demora de atención gubernamental a los comedores que afectaba a 60.000 personas y una deuda de 45 tns de alimentos de marzo y abril 2020. Un dato devastador que recogió el CELS es que los vecinos solidarios que trabajan en comedores y merenderos lo hacen sin descansos, en condiciones inadecuadas y sin compensación salarial del Estado. Comedores y merenderos no cuentan con provisión de elementos de higiene ni insumos de bioseguridad provistos desde el Estado todos los elementos de protección fueron arrancados al MSS, municipios o gobiernos por reclamos organizados por los afectados El 18/5 La Nación tituló: “Casi la mitad de los voluntarios del merendero de Villa 31 están contagiados”. El crecimiento de contagios en villas fue via obreros esenciales que trabajan sin protocolos.
El Plan Detectar es un fracaso de la mano del cogobierno Gorila/PJ/K. Es un fraude que testeo 60.000 casos por millón y siendo en el mundo los que menos test realizamos desde el inicio de la pandemia, mientras países europeos realizaron 820.000 por millón o Israel 460.000.
El movimiento de defensa de las condiciones de vida en los barrios necesariamente deberá ir sobre el Estado para presentar otro modelo de vida bajo control obrero, con medidas higiénicas, preventivas, urbanísticas y de confort que pongan una barrera a la miseria y frenen la pandemia como primer medida.
Plan de Obras
Necesitamos asambleas que planifiquen obras de urbanización, alcantarillado, cloacas, agua potable, luz y plan de viviendas bajo control obrero, con mano de obra desocupada de cada barrio, dirección técnica e interconsulta de las facultades de ingeniería y arquitectura. Movilización sobre Consejos Deliberantes y municipios para imponerlos.
(*) Del Partido Obrero Tendencia