Apenas publicada la nota titulada: “Vendían droga en local del Movimiento Evita”, el responsable local de ese nucleamiento, Agustín Balladares (foto) la desmintió: ”En primer lugar, quiero desmentir totalmente lo allí expresado, y dejar asentado públicamente que dicha persona no pertenece ni tiene vínculo alguno con nuestra organización. Peor aún, el informe policial en ninguna parte menciona que en el domicilio allanado funcionaba un local político, como afirma la publicación.
“De todos modos, quiero anunciar que me presentaré ante la UFI 1 para ponerme a disposición de la fiscalía en lo que haga falta.
“La propagación de noticias falsas es un flagelo que crece cada día más, por eso desde la dirigencia política y los medios de comunicación debemos hacer un llamado a la reflexión, a aquellas personas que utilizan estos métodos para alterar la convivencia democrática con este tipo de prácticas. He tenido contacto con el municipio a partir de este hecho, y comparten esta preocupación.
“Agradecemos a La Defensa por brindar el espacio para ejercer el derecho a réplica”, dice Balladares, quien ocupa un cargo en la Jefatura de Gabinete de Santiago Cafiero.
¿Es o no del Evita?
“Segovia es hijo de un viejo ferroviario, pero siempre anduvo mal rumbeado. Andaba con Los Carboneros, que se habían robado hasta los adoquines y los vendían a un country. Lo metieron preso como diez veces y sí se decía militante del Movimiento Evita”, le confió ahora un veterano policía a este diario.
Mas la aclaración de Balladares viene a cuento y es muy posible que se trate de una maniobra de política barata. Pero en primer lugar Balladares no aclara, en su comunicación vía e-mail, por qué en el domicilio allanado flamea la bandera de su movimiento, cuando en una conversación telefónica, La Defensa se lo preguntó y él dijo: “Es un comedor nuestro que está al lado del domicilio allanado”.
Y segundo y principal: por qué Balladares, con respecto a este caso, tuvo el atrevimiento de involucrar en una burda mentira al director de este medio, con el intendente Nestor Grindetti y el jefe de Gabinete, Diego Kravetz.
Balladares no sólo no le merece confianza ni a sus aliados del Frente para la Victoria -recordar que lo echaron a patadas del bunker de Edgardo Depetri la noche de las últimas elecciones acusá
ndolo de traidor- sino que ahora no goza de la confianza de La Defensa.