Jesús González cree que lo que vivió en el Hospital Melo bordea lo delictivo, “aunque no entiendo de leyes ya que soy un simple gastronómico”, señala.
“El 17/9 pasado aproximadamente a las ocho y media de la noche, concurrí al Hospital Melo -relata- porque me encontraba con un fuerte cólico renal. Ingreso por la calle Luján, y veo un montón de flechas, algunas indicaban una dirección a seguir por tema guardia de coronavirus, y otras para otro tipo de enfermedades marcaban otra dirección para otra guardia aparentemente diferente a la guardia de covid. Trato de ubicarme, y ahí recibo la sorpresa de que hay una sola guardia para todo: un lugar cerrado, sin ventilación, repleto de personas, muchas de ellas -aparentemente- por la tos que tenían, enfermas de covid 19, mezclados estos enfermos infecciosos con otros enfermos. Y aunque me retorcía de dolor, me fui. Señor director, se imaginará que esa noche, todos los que esperaban en esa sala de guardia con síntomas de diversas dolencias salieron muchos o todos contagiados de coronavirus. ¿Se entiende la gravedad de esto?”