Cuenta Luciana, la sobrina de Moreno, que ella presentó una denuncia el lunes pasado y que al otro día habló en persona con el fiscal Gastón Fernandez, a quien le relató que los internados del geriátrico -cuyos propietarios son Graciela Severino y Juan Marcelo Linares (foto)- sufrían malos tratos, que “los dopaban y los encadenaban, y el fiscal nunca hasta esta tarde, se decidió a allanar el lugar”. Y se refiere a que en estas horas del sábado, fue allanado judicialmente el “hogar”, después de que anoche lo clausurara el municipio.
Para los familiares, el fiscal procedió con una lentitud sorprendente, pero no es la única autoridad que da escalosfríos: ¿Para dónde miraban la provincia, el municipio y PAMI?
Y Luciana reitera que el 7 de este mes murió otro internado en ese geriátrico de covid 19, y que en el Narciso López hay dos más en grave estado.
