Walter Guereño estaba en el lugar y en el momento equivocado y lo pagó con su vida. El salía esta tarde de su trabajo en el frigorífico de Magán y Camino Belgrano del lado de Avellaneda, y en el mismo momento, sobre la misma Magán, a metros de la avenida, del lado de Lanús, unos chorros le robaban el auto a un comisario retirado. El policía los corrió a los tiros, y un balazo le atravesó la cabeza a Guereño.
El policía jubilado, identificado como Cesar Rojas, de 75 años quedó detenido.
“Esto es tierra de nadie ahora pasa algún patrullero porque están ustedes”, le declaraba a un vecino a la televisión y señalaba a la villa Sapito como un verdadero aguantadero de delincuentes. Mientras en el estudio de ese canal, una periodista le daba al sonsonete de "justicia por mano propia", cuando en realidad se trató de un policía que -con muy poco profesionalismo tal vez- estaba repeliendo un asalto.