por Rubén Pascualino*
“¿Presidente o usurpador?” ¿Es el título de una película o algún libro de ciencia ficción, drama, comedia o terror? ¡No! Es la fábula del señor Enrique Merelas en el club El Porvenir.El 29/11/2015 por Asamblea General Extraordinaria, se eligen nuevas autoridades y se aprueba el balance 2015 como orden del día. Todos estaban contentos, dado que por ser el Centenario del club, se le permitió al veterano dirigente Merelas, por única vez, elegir los nombres de los miembros que, a él y su pareja Verónica Goldzamd iban a acompañarlos en ese próximo mandato. Todo fue paz y alegría, pronto a brindar y levantar las copas en festejo de las cercanías de un nuevo fin de año.
Pero esa dichosa circunstancia no llegó, lamentablemente. El tercer día de diciembre, el eterno presidente llamó a reunión de la nueva y flamante Comisión Directiva. Había 18 miembros presentes, bien apostados alrededor de una mesa, sonrientes y esperanzados. El tesorero en vez de pedir algo para realizar un pre brindis, le pide al prestigioso presidente los libros respaldatorios de la actual situación económica del club. en medio de un silencio absoluto y con cara adusta, él comunica: “no existe ningún libro”. Se terminó la calma, concluyendo todo en una discusión por la gran “osadía” de parte del tesorero y otros miembros de esa renovada comisión. El 9/12/15 se presenta en la Dirección Provincial de Personería Jurídica de Bs.As. la conformación de la nueva nómina directiva. Al otro día estos miembros realizan una denuncia penal -IPP 7664/16- por administración fraudulenta, cohecho activo, tráfico de influencia, falsificación de documentos, uso de documentos falsos y autorizaciones indebidas.
El día 14/12/15 el único y soberano mandatario, como era de esperarse, les prohíbe el ingreso a las instalaciones del club a doce miembros de esa CD.
Ante tal impedimento e injusta determinación se presentan los directivos en una escribanía, levantan un acta y deciden apartar del cargo al señor Presidente y suspenderle los
derechos sociales y el ingreso a todas las instalaciones del club hasta tanto resuelva en sede judicial las denuncias que obran en su contra.
Nunca acató Merelas la decisión de Persona Jurídica y convocó a una nueva CD.
Dado dichas circunstancias el 15/3/2016 se inicia denuncia penal, la IPP 16342/16 por usurpación y daño y otra IPP 16368/16 por estafa y asociación ilícita contra los señores Merelas, Di Bastiano, Piccinini y la señora Goldzamd.
Esta narrativa tiene muchos acontecimientos o capítulos entre medio pero no deseo aburrir, quizás los relate en otro momento, porque son realmente jugosos con personajes que fueron apareciendo.
Lo único que sí les voy a decir que el 13/10/16 la CD de ese famoso día de jolgorio y festividades decide por unanimidad, mayoría y ante escribano público: “Expulsar como socio de la institución al señor Enrique Merelas, dándole de baja como socio activo, prohibiéndole terminantemente el ingreso al club El Porvenir”.
Ofuscado hasta la médula, Merelas realiza recurso de amparo y el 14/12/16, cerca de otro brindis, la Sala I de la Cámara Segunda de Apelaciones en lo Civil y Comercial determina la validez de la Asamblea general del club El Porvenir del 29/11/2015.
Adiós al trono de Enrique.
¿Fin de la película? ¡No! El señor monarca nunca se fue de la institución hasta el día de hoy. Llamó a un periodista influyente y apoyado por el Municipio de Lanús a través del entonces director de Relaciones Vecinales y amigos afines a él, le realizan una muralla para que nadie pueda penetrar a lo que tomó como country personal y familiar, es decir, las propias instalaciones del club.
Reitero: existen varios capítulos entre medio, se parece mucho a una comedia, pero es algo realmente triste y doloroso para los socios, hinchas y simpatizantes del Porve.
Por todo lo relatado, decidimos formar el “Frente de recuperacion histórica e institucional del Club El Porvenir” para refundar la Institución junto a toda la familia porveriana.
“La única lucha que se pierde es la que se abandona”. ¡Nunca lo vamos hacer, Enrique!
PD: Todo lo dicho está documentado. Evite señor Merelas decirme “mentiroso”, una palabra que utiliza habitualmente para desprestigiar a otros, entre otras más que manifiesta como muletilla. La verdad que en su boca dichos adjetivos calificativos, ya no tienen validez.
(*) Ex árbitro internacional, y socio de El Porvenir