por Víctor De Gennaro*
Un pueblo sin hambre es un desafío imprescindible de los movimientos sociales y populares, de nuestro ser militante. Para lograrlo necesitamos una profundidad de acciones comunes, que confluyan hacia el mismo objetivo.A fines del 2019 y luego de un arduo trabajo de investigación presentamos en el cine Tita Merello de la UNLa, el informe del Mapa del Hambre. Convocamos a todos y todas aquellas compañeras que, con gran esfuerzo y dedicación garantizan todos los días el alimento. En ese momento, en el municipio de Lanús había 206.000 personas bajo la línea de pobreza, de las cuales 75.000 estaban en la indigencia y la mayoría de ellos eran menores de 18 años.
De esta iniciativa surge la necesidad de convocar un plenario y conformar el Movimiento Lanús Libre de Hambre. Después de varios encuentros preparatorios establecimos 4 etapas para trabajar en comisiones en la asamblea y así alcanzar el objetivo propuesto:
1- Garantizar la comida necesaria
2- Proporcionar alimentación saludable
3- Producción y comercialización de alimentos
4- Comer en casa
A principios de 2020, en una audiencia pública promovida en unidad con todos los bloques del Frente de Todos en el Honorable Concejo Deliberante presentamos el informe del Mapa del Hambre. Este mapa nos muestra cuántas personas trabajan, cómo se financian, y la forma en que la población recibe el alimento. El 15 de febrero nos dimos cita en el espacio Libros del Sur, y denunciamos que “los módulos de comidas diarias del servicio alimentario escolar habían sido reducidas por el receso estival” alcanzando un promedio de 16.000
comidas diarias. En vacaciones de verano, lxs pibes, no comían.
La designación de responsables para cada una de las etapas de trabajo, permitió lograr importantes avances. Para Garantizar la comida necesaria, recibimos cada vez más donaciones, aportes individuales económicos o de alimentos, lo que implica una tarea de centralización y transparencia en la distribución. Establecimos un convenio con organizaciones como la Unión de Trabajadores de la Tierra, a través de uno de sus coordinadores y director del Mercado Central, Nahuel Levaggi.
El camino no iba a ser fácil, a la par de lo que estábamos haciendo nos encontramos conviviendo con una Pandemia, un virus nuevo y desconocido, peligroso, que nos metió en nuestras casas y nos alejó físicamente.
Sin embargo y gracias a la voluntad popular que se pronunció en las urnas el 14 de agosto del año pasado y ratificado en las elecciones generales de octubre, se hizo frente a la pandemia privilegiando la vida antes que los negocios.
Nuestro Presidente no dudó en hacerlo, ampliando derechos, volviendo a condición de Ministerio el degradado y desfinanciado sistema de salud nacional, y con la implementación del IFE, evitando las consecuencias de las políticas impulsadas por los mandatarios neoliberales, que hoy se ven en pueblos hermanos como Chile y Brasil e incluso EEUU.
En sintonía con la política impulsada desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, promovimos en Lanús la creación del Comité de Crisis Social, que lamentablemente y a pesar de la gran expectativa inicial, se fue desarmando y hoy no existe un ámbito permanente de planificación y solución democrática de los problemas existentes.
Para visibilizar lo que desde el ejecutivo municipal se niega, realizamos un “Ollazo Lanusense” que demostró la solidaridad de la población.
Todo lo realizado significó la unidad de los sectores populares, que se manifestaron en el encuentro activo del MLLdH, junto a la UTEP, CTAA, CGT, CTAT y distintas experiencias sociales, religiosas y político partidarias que lograron por consenso exigir que se reuniera el Comité de Crisis Social y ante la falta de respuesta en la reunión por parte del Ejecutivo se diera sanción a la ordenanza municipal del reconocimiento de las Ollas Populares en Lanús con el voto unánime de los concejales del Frente de Todos.
Fueron seis meses de trabajo donde contribuimos a la organización popular, reconociendo a las verdaderas protagonistas de esta pelea, que como lo vienen demostrando desde la década de los ‘90 encabezan las mujeres y jóvenes que han despertado una esperanza, que nos alienta a creer que se puede derrotar el hambre, y que pusieron su voluntad al servicio de ollas solidarias, como el caso de los equipos de fútbol barriales “La Resaca”, “Los Pibes” del barrio Pampa, “El Morrón” o “Tumba la Birra”. También la Casa de la Amistad Argentino Cubana que funciona en la Casa del Trabajador Agustín Tosco a pasos de la estación Lanús, amplió la realización de la olla popular a todas las noches de la semana para poder abastecer esa demanda creciente.
Todo el municipio de Lanús, gobernado por Néstor Grindetti, atraviesa una profunda crisis y el Intendente no actúa en consecuencia. Mientras tanto, nos reinventamos, seguimos creando nexos, lazos, comunicación.
A principios de este año, comenzamos un programa de radio “Lanús sin Hambre” por AM 740 Radio Rebelde, todos los sábados de 10 a 12hs. En el programa abordamos los temas de Lanús en el marco de las políticas nacionales, que, en palabras del presidente exige terminar con la vergüenza de millones de argentinos que sufren hambre. Las y los protagonistas son las voces de trabajadores que con su solidaridad desde los comedores, merenderos y ollas populares y en el marco de la pandemia, incrementaron su compromiso y su hacer. También quiénes desde los sindicatos, agrupaciones político partidarias, deportivas, religiosas y técnicas, aportan a desentrañar la problemática que enfrentamos.
A través de la página de facebook Movimiento Lanús Libre de Hambre se publicitan nuestras acciones y la vida cotidiana de las experiencias organizativas, como así también los pronunciamientos surgidos del movimiento que cada vez más se articulan con la puesta en marcha de los trabajos de y para la comunidad.
Acompañamos las políticas públicas que se impulsaron desde el Estado Nacional y Provincial y que permite que hoy se puedan ofertar en Lanús más de 75.000 módulos de comida al día.
El aumento más significativo se efectúa a través de la entrega de bolsones que realizan los establecimientos educativos, alcanzando a prácticamente la totalidad de la matrícula escolar. La compra de alimentos que realiza el municipio para este fin es financiado desde el gobierno provincial. Desde el MLLdH hemos promovido el abaratamiento de los costos de estas compras con una mejor calidad de productos, al proponer convenios directos con los productores o con el mercado central, pero lamentablemente una vez, esto no se concreta.
Por supuesto se mantuvo las prestaciones de las Iglesias, hoy aumentada por la llegada de cajas de “Seamos Uno”.
También continuo la oferta de los comedores y merenderos de las organizaciones barriales o sindicales como lo venían haciendo hace años pero con la realidad de tener que aumentar sus cupos ante la demanda creciente.
Allí fue donde la solidaridad de las vecinas y los vecinos tomo forma en la proliferación e instalación de ollas populares que crecen y se desarrollan a lo largo del municipio y esperan todavía la reglamentación para acceder al registro y recibir la ayudada sanitaria y alimentaria necesaria.
Debería ser con el aporte de más de 20 millones de pesos mensuales que el Gobierno Nacional le entrega al municipio para aumentar la llegada de alimentos a los comedores y a las familias que por la pandemia deben permanecer en aislamiento es fundamental, sino todo sería muchísimo más grave.
Sin embargo el aporte mayor lo constituye el financiamiento directo a las personas que hace el Gobierno Nacional a través de la Tarjeta Alimentar y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que superó el número previsto de beneficiarios, que permite mejorar la calidad de la alimentación promoviendo que las madres con niños menores de seis años puedan comprar alimentos. Si consideramos que sobre lo recibido por el IFE, el 50% como mínimo es utilizado en comida llegaremos a la conclusión que con esto se triplica la oferta de comidas en nuestra comunidad .
Hemos avanzado muchísimo en estos seis meses, ya que estamos garantizando con todas estas acciones más de 200.000 raciones de oferta por día en promedio, pero aún queda mucho por hacer. Estimamos que hoy existen 250.000 personas bajo la línea de pobreza y superan 90.000 las que están en situación de indigencia. Necesitamos aumentar la oferta en otros 100 mil módulos diarios para garantizar el piso del no al hambre..
Creemos que es posible soñar que vamos a lograrlo, y que el trabajo volverá a ser el sustento real para cubrir las necesidades básicas y vivir en nuestra patria grande con igualdad de oportunidades.
Invitamos a que nos acompañen en la Maratón Multimedial Solidaria y en los debates virtuales para enriquecer las propuestas y acciones que permitirán terminar el aislamiento y concretar el sueño de “Un Lanús Libre de Hambre”.
(*) Del Frente Popular Lanusense en el Frente de Todos