por Omar Dalponte*
omardalponte@gmail.comEl 28 de junio de 1966 un golpe cívico militar encabezado por el nefasto general Juan Carlos Onganía, derrocó al gobierno del doctor Arturo Humberto Illia. Esa dictadura brutal tuvo tres turnos, Onganía, Levingston y Lanusse. Como todas las dictaduras creyó que se instalaría para siempre. Pero no fue así. Al final, los pueblos siempre ponen las cosas en su lugar. El Peronismo venía resistiendo desde 1955 y habían ocurrido jornadas heroicas como la ocupación del Frigorífico Lisandro de la Torre, en enero de 1959, encabezada por nuestro gran compañero Sebastián Borro. Otras voluntades del campo popular se fueron sumando a esa pelea que duró años. Superando a la burocracia sindical traidora de aquel tiempo, la clase trabajadora encabezó luchas memorables. Nació la CGT de los Argentinos en marzo de 1968. Se peleó en las calles, se ocuparon fábricas e ingenios, se bloquearon caminos, se tomaron municipalidades como la de Villa Ocampo en la provincia de Santa Fe. Hubo importantes movimientos insurreccionales como el “Correntinazo” y el “Rosariazo” La consigna Perón vuelve, la reacción contra el cierre de fuentes de trabajo y los abusos policiales, los programas obreros de La Falda, Huerta Grande y Del Primero de Mayo, fueron arietes con los que se golpeó por todos lados al régimen opresor. Sectores juveniles, gran parte del estudiantado, los llamados curas del Tercer Mundo y otros sectores patriotas acompañaron aquellas luchas.
Hasta que el 29 de mayo de 1969 se produjo la gran rebelión en la provincia de Córdoba que recordamos como el glorioso “Cordobazo”.
En las calles de aquella provincia, trabajadores, estudiantes, militantes políticos y los vecinos cordobeses enfrentaron la durísima represión de la policía y de las fuerzas armadas. Así, en una magnífica publicación de la Federación Gráfica Bonaerense fueron comentados algunos
detalles de los hechos: “Exactamente a las once de la mañana del día 29 de mayo de 1969 comenzó el paro general. Los trabajadores, al ir abandonando sus lugares de tareas, iban engrosando las gruesas columnas que se dirigían hacia el centro de la ciudad. En el camino se sumaban estudiantes, empleados, mujeres de los barrios. Al llegar, miles de personas se adueñaron de la ciudad. Fueron dueños de lo que era de ellos. Fue necesario recurrir al III Cuerpo de Ejército para recuperarle la ciudad al gobierno dictatorial”. “Fue un paro de gran magnitud el que sacudió al país los días 29 y 30 de mayo y hay que rastrear mucho en el tiempo para leer sobre una lucha callejera como aquella. El pueblo desafiando sin miedo los fusiles, llorando sin lágrimas los caídos. Obreros y estudiantes unidos en las barriadas, en la cárcel y en la muerte; niños apedreando las fuerzas de ocupación”. “El nivel de conciencia manifiesto en esta legítima sublevación popular, el heroísmo a torrentes, la certeza de la victoria final, pusieron en esas jornadas el sello de los grandes cambios históricos.” “Con las bases en lucha y con un programa de liberación nacional es como puede darse la unidad. Y si los dirigentes no saben ponerse de acuerdo para combatir otros los reemplazarán, porque esa es la ley del proceso que vivimos juntos y en el que esperamos juntos”
Hubo muertes, detenciones, encarcelamientos y torturas. El Cordobazo fue un golpe durísimo del cual la dictadura no pudo reponerse. Herida y debilitada finalmente la derrotamos. Perón regresó de su largo exilio el 17 de noviembre de 1972 y el 11 de marzo de 1973 el Peronismo triunfó ampliamente en las elecciones generales con la fórmula Héctor J. Cámpora – Vicente Solano Lima.
A 51 años del Cordobazo, gesta noble y heroica, honramos a nuestros mártires, a las compañeras y compañeros de base que pusieron su cuerpo y su alma en la lucha frontal contra los represores. Recordamos en este nuevo aniversario a aquellos enormes e inigualables dirigentes como fueron Agustín Tosco, Raymundo Ongaro, René Salamanca, Elpidio Torres, Atilio Lòpez. Miguel Correa y al mecánico Máximo Mena, asesinado en las primeras horas de la huelga general decidida por el sindicalismo cordobés. Sintetizamos en ellos nuestra inmensa gratitud y admiración a todas aquellas y aquellos protagonistas de uno de los sucesos más trascendentes y paradigmáticos de la historia de nuestras luchas populares.
A todos ellos y a la larga lista de patriotas que los acompañaron, agregamos la figura del Dr. José María Vázquez, compañero médico de Lanús, luchador incansable por el peronismo y el socialismo nacional. Militante popular excepcional, presente en aquellas jornadas revolucionarias siendo protagonista, en primera fila, junto a Raymundo Ongaro y demás héroes de nuestra Patria. A José María, aún se le debe en Lanús el homenaje que corresponde a todos aquellos que supieron darlo todo en las luchas por la patria justa, libre y soberana.
(*) De Iniciativa Socialista