A raíz de la muerte del enfermero de la guardia de los jueves en la Unidad Sanitaria Valentín Alsina, surgieron críticas del personal de esa sala hacia su directora, Andrea Ciancarelli, particularmente por su desempeño en tiempos de la peste.
Señalan trabajadores de esa sala, que cuando existían fuertes sospechas de que el enfermero Luis Almaraz estaba infectado de Covid 19 -conjetura que después quedó descartada- “jamas se activó el protocolo ni siquiera realizando mínimamente el testeo para prevenir contagio al personal y a la comunidad”.
Y en el mismo sentido, aseguran agentes de esa unidad de Paso de Burgos 777 (foto) que durante la cuarentena, “ingresaron dos personas a atenderse, provenientes de EEUU con síntomas de coronavirus y la directora tampoco activó el protocolo y por el contrario obliga al personal a callar”. Y en este aspecto agregan que Ciancarelli no ahorra malos tratos a quienes se animan “a pedirle medidas de prevención o protocolo, y amenaza al personal con hacerlos echar del municipio o trasladarlos a otro destino, prohibiéndonos que publiquemos en las redes sociales hechos de la sala”. Señalan estas fuentes -que piden reserva de identidad- que mientras la directora Ciancarelli le otorga licencias “al personal de su amistad”, se las niega a los otros. Y ponen como ejemplo que a una agente de 62 años, que padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) “como no pertenece a su círculo de amistades, la mandó a trabajar a la sala Miranda Norgreen”.