por Lisandro Martínez*
Del feudalismo al Renacimiento bajo el azote de la peste negraEl Feudalismo europeo aparece en el siglo V, al caer el imperio romano. A partir del siglo X no queda resto de imperio alguno. La realeza, sin desaparecer, perdió poder y sólo conservó autoridad “al estar bajo la gracia divina”.
La producción agrícola, del roturado y rotación trienal, caía frente a las necesidades de una población creciente. Lluvias copiosas y magras cosechas provocaron entre 1315 y 1318, hambrunas en Europa. “Esta es la tempestad con la que abre el trágico siglo XIV” (“La civilización del Occidente Medieval”, Jacques Le Goff, Paidos1999).
La crisis económica cayó sobre reyes que en siglos se habían beneficiado con guerras de conquistas, auto celebrándose con obras monumentales (palacios y catedrales). La Banca adoptó una versión rudimentaria de intermediación financiera. Fueron las Cruzadas contra el mundo islámico, vehículo para saquear sus tesoros milenarios, las que utilizaron grandes movimientos de masas, tropas y bagajes. Esto requirió finanzas y activó el comercio a lo largo del Mediterráneo.
Las finanzas llegaron a su punto más alto en el siglo XII acompañando al boom comercial. En el Siglo XIV comenzó a escasear el circulante, sumado a los atrasos y en los préstamos adeudados por las cortes. Las grandes catedrales de Colonia, Narbona y Siena quedaron a mitad de construcción. Los prestamistas quebraron junto a las grandes familias de banqueros medievales en el Siglo XIV: los Buonsignori de Siena, los Scali, los Bardi o los Peruzzi de Florencia, los Medici.
El XIV fue un siglo de guerras. Las revueltas sociales eran, tanto campesinas como burguesas. En el condado de Flandes durante 5 años (1323/1328) “se desenvolvió una rebelión social contra la nobleza para arrebatarles el poder” (“Medieval Cities, their Origins and the Revival of Trade, Henri Pirenne). En Francia “la Jacquerie” (1357), fue una explosión contra los señores. El odio de clases llegó a tal nivel que los nobles y los ricos derrotados en
las batallas eran obligados a matar a sus propios padres.
Entre crisis, guerras y rebeliones, en 1347 llegó la peste negra, 48 millones murieron por contagio o abandono y el campo quedó despoblado. Los señores rentistas eran improductivos y tuvieron dos caminos: arrendar sus tierras a precios bajos o pagar jornales con salarios altos. El poder señorial perdía y los burgueses revitalizaron la agricultura con métodos más productivos, generando un ciclo alcista.
En 1381 luego que en Inglaterra Ricardo II subiera los impuestos para recaudar dinero y seguir la guerra con Francia, los campesinos se alzaron en armas; fue la revuelta más grande jamás vista, consecuencia directa de los recurrentes brotes de peste (www.bbc.com 7/3/2020)
“El período posterior a la peste negra fue un momento de agitación, emoción, ira, antagonismo y creatividad” (“Estándares de vida en la Edad Media, cambio social en Inglaterra 1200-1521”, Christopher Dyer 1989, Cambridge University).
El siglo XIV pasó por arriba a los señores feudales y se dirigió al fenomenal Renacimiento, revolucionando la ciencia y la técnica.
La peste fue partera del cambio social
La falta de mano de obra subió el precio del trabajo. Los alquileres bajaron, los contratos campesinos se extendieron. Las tasas de interés bajaron. La mano de obra joven fue muy solicitada y la juventud se benefició con una mejor distribución de la riqueza y consumió más que la generación anterior.
Covid-19 en la génesis del capital
Ernst Haeckel, seguidor de Darwin, popularizó en 1869 la palabra “ecología” apoyándose en la raíz griega “oikos” –hogar- “la tierra nuestro hogar”.
En mayo de 1970 el presidente de EEUU Nixon alertó al pueblo, anticipándose a una situación anómala y crítica en que estaban los 3 componentes bióticos fundamentales: aire, agua y suelo.
“La atmósfera de las grandes ciudades yanquis y europeas están compenetradas de pestilentes sustancias tóxicas: dióxido de carbono, monóxido de carbono, dióxido de sulfuro. Las aguas del planeta están contaminadas por residuos industriales, desagües cloacales, óxidos de nitrógeno, fosfatos, mercurio, plomo, petróleo, pesticidas, herbicidas y radioactividad termonuclear” (“La contaminación del planeta”, U. Thant, Fred, Singer y otros Monte Avila editores. Colección Estudios. Venezuela, 1972).
La violencia ejercida contra la naturaleza durante 50 años, corre paralela a la improvisación a la hora de responder explosiones de natura. En Australia a fin del 2019 hubo 97 incendios que no pudieron ser controlados, el fuego devoró reservas, murió gente, se destruyeron 1000 casas. No hubo plan de contención. Esto pasó con un gobierno que priorizó festejar con fuegos artificiales el año nuevo durante horas, para hacer negocios con el espectáculo.
Varios tornados arrasaron el sur de EEUU, matando 32 personas. Esto estaba pronosticado por el servicio meteorológico yanqui y no hubo contención para evitar muertes absurdas (www.ellitoral.com14/4/2020).
La relativa disminución del 25% de emisiones de gases de efecto invernadero a partir del parate industrial chino, es un breve recreo de los explotadores del trabajo ajeno en la salvaje contaminación.
Como la OTAN preparó la mortaja para sus pueblos esperando el Covid-19
Desde 2015, el Reino Unido bajó el presupuesto de salud en u$s1.200 millones. Mientras, EEUU no tiene sistema de cobertura sanitaria universal, lo que origina que más de 45 millones de sus ciudadanos -1 de cada 6 habitantes- carezcan de protección sanitaria, sea estatal o privada; esto origina problemas sanitarios, sociales, económicos y políticos (www.gestion-sanitaria.com/4-reforma-sanitaria-EEUU-necesida…).
El virus convive con nosotros desde hace millones de años y su mutación se potencia cuando cambia del alojamiento animal al humano. El planeta en cuarentena y los poderosos que se devoraban el mundo -hoy de rodillas-, son una postal que nos interpela como trabajadores y nos plantea superarlos.
El monstruoso virus con que la naturaleza nos advierte -el covid 19-, pone patas arribas las reglas de juego actuales y certifica que hay esquemas y regímenes sociales que caducaron.
Preparémonos a desplazar a los parásitos deshumanizados que convierten al planeta en cementerio, organicemos el ascenso al poder de la clase productora de bienes y riquezas.
Que gobiernen todo el mundo quienes trabajan.
(*) Del Partido Obrero-Tendencia