Axel Ariel Mendoza (foto) tiene 14 años. Hoy agoniza en el Hospital Perón de Avellaneda, porque una bala perdida lo alcanzó en su columna el 18/102019 cuando estaba en la vereda de su casa en Chingolo.
Su mamá, Cintia, dice que su hijo se halla en estado vegetativo a causa de mala praxis, y que en ese nosocomio “lo tratan como un perro”. Señala que cuando lo trasladaron al Perón, el chico estaba consciente, le hablaba, pero “lo único que le dieron fue una máscara de oxígeno, un respirador manual que él solito debía mover y utilizarlo para poder respirar”. Según los médicos, “Uriel -así lo llama la mamá- estaba fuera de peligro. Sin embargo, después de cinco horas sin que lo asistiera ningún médico ni enfermera, Uriel comenzó a quejarse de que no podía respirar, orinar y tragar hasta que se descompensó y los médicos solicitaron realizar una cervicotomia descompresiva, pero ya era tarde porque sufrió un paro y debieron reanimarlo en el quirófano. Estuvo tres horas. Salió estable, pero en cuestión de horas tuvo un ACV”, dice la mamá y a continuación relata un calvario, con una brutal desatención, abandono del paciente y negligencia profesional que dio como resultado que el nene hoy esté con muerte cerebral.
Y con respecto a la bala perdida, Cintia denuncia que la causa judicial hoy está cajoneada, “a pesar de que sabemos quienes fueron los autores”.