por Lisandro Martínez*
En una vereda del centro de Lanús encontré un volante titulado: “Hacia el Movimiento Lanús libre de hambre”, proponiendo una asamblea el 15/2 en la Unla a las 10:00.Días atrás los medios anunciaron: “Se sumaron más dirigentes de la región para darles soluciones a los problemas (del hambre) tras un relevamiento junto a docentes y ONGs. Tratarán de cubrir 100 mil platos de comida diarios en marzo” (www.diariopopular.com.ar 14/1/2020).
La noticia destacaba que mediante un acuerdo “el intendente de Lanús, Néstor Grindetti del Pro y el dirigente Víctor De Gennaro del Frente de Todos, se comprometieron a trabajar de manera mancomunada en la conformación de la Mesa de la Lucha Contra el Hambre de Lanús, que tendrá como objetivo coordinar y realizar un seguimiento de la ejecución de las políticas públicas que fije el gobierno nacional en esta materia”. Grindetti, representante del gobierno macrista que endeudó al país en u$s 276.686 millones (www.ambito.com19/12/2019) y llevó la deuda total con el FMI por arriba de los u$s 400 mil millones, nos hace “una jodita para Tinelli”, tratando de embalurdarnos con su “labor decidida contra el hambre”.
Sin ponerse colorado Grindetti señaló: "Esta ha sido una primera reunión para sentar las bases de la futura mesa de trabajo, pretendemos que sea un espacio amplio integrado por diferentes organizaciones y líderes sociales que están comprometidos con la problemática y que nos ayudarán a ejecutar las políticas que se irán fijando desde el ámbito nacional y provincial".
Según el texto del volante de marras “los datos duros del INDEC indican que en Lanús viven más de 70 mil personas indigentes y más de 240 mil en situación de pobreza”. Si según el censo de 2010 el partido de Lanús tiene una población total de 459.263 habitantes, hoy el 50% de los lanusenses para satisfacer su alimentación deberían estar inscriptos en
un comedor popular y las 100.000 raciones diarias para marzo resultarían insuficientes, ya que estarían abasteciendo a menos de la mitad de los hambrientos del distrito.
Todas las fuerzas políticas que están anotadas para el supuesto combate contra el hambre incluidos los seguidores de la Santa inquisición, dieron el voto de sus diputados del PJ, Pro, massistas, UCR, MTE/PCR (vaticanistas), etcétera, el 29/1/2020 para que el congreso diera media sanción al proyecto de “sostenibilidad” (pago sí o sí) de la deuda externa. El voto de esos 224 insensatos asegura clientela fija y en masa para el hambre en el futuro inmediato.
El oficialismo del Frente de Todos, logró aprobar en este fin de enero en el Congreso Nacional, una iniciativa clave con el objetivo de dar una señal de sumisión ante los acreedores externos, de cara a la reprogramación de vencimientos de la deuda tomada por el macrismo, estimada en más de u$s 64.000 millones sólo para 2020 (www.ambito.com.ar). Es decir estamos frente a una de las páginas más aberrantes de la hipocresía política: las organizaciones con representación parlamentaria quienes acuerdan con los hambreadores del pueblo en el congreso, intentan engañarnos como a niños en el distrito de Lanús candidateándose frente al hambre como “carmelitas descalzas”.
En la Lucha Contra el Hambre, participa todo el Pro de Lanús que saludó con 21 cañonazos la continuidad del pago de la deuda al FMI: el jefe de Gabinete, Diego Kravetz, la secretaria de Desarrollo Humano, Noelia Quindimil. Por la oposición, Héctor Montero (FdT); Natalia Gradaschi (FdT-UC); Marcela Pallares (FR); y del oficialismo el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Rivas Miera y el presidente de bloque de Juntos por el Cambio, Jorge Schiavone (www.diarioconurbano.com.ar 23/1/2020)
Sin duda que manejar 100.000 viandas diarias les va a proporcionar una cantidad mayúscula de punteros para manejar las necesidades populares a su antojo y serán la base operativa de las próximas jornadas electorales, nunca antes tan manipuladas. Esta discrecionalidad nos retrotrae al periodo no tan remoto del voto cantado, donde los conservadores y los curas fascistas imponían las damas de caridad a la población desocupada en la década del ‘30.
La organización social no puede estar en manos de los que entregan el país a los usureros financieros; la burocracia sindical participa de este “golgota” que se le impone a nuestro pueblo, basta leer el relato de Pedro en la Defensa de Lanús del 3/2 en el artículo “La entrega de tarjetas alimentarias fue un infierno”: “Gente con bebés, mujeres embarazadas, estuvieron esperando bajo el sol” ¿Si se sabía desde el viernes que iban a hacer paro, por qué el Sindicato de Bancarios -dirigido por el PJ- no levantó el paro para asistir a esa parte siempre maltratada de nuestro pueblo?
Ninguno de estos dirigentes que obedecen al Vaticano y a los organismos financieros internacionales ha dicho nada contra los acuerdos con el FMI que traerán más y más hambre para la población carenciada y el pueblo en su totalidad.
La necesidad de que los trabajadores se hagan del gobierno es cada día más urgente. Un gobierno obrero (de las mayorías) tomará las decisiones justas donde se priorizarán las necesidades mayoritarias. Por lo tanto, dejar de pagar la deuda y colocar todo el presupuesto nacional a disposición de un plan de industrialización del país bajo control obrero, que contemple un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, hoy valuada en $75.000, será prioridad número uno.
Insistir sobre “el hambre” es distraer la atención sobre las verdaderas necesidades. A los carenciados hay que darles trabajo y esto no está en el programa de los autodenominados “servidores de la comunidad” que se plantean hacer una asamblea “Hacia el movimiento Lanús libre de hambre”.
Dar trabajo dignifica a quien lo recibe; regalar comida y que además la misma tenga caca de ratas como la que distribuyó en las escuelas la administración Grindetti, desmoraliza al que la recibe y lo somete a las peores maniobras de los punteros de la patronal.
Si lo que se quiere es enfrentar el flagelo del hambre este es el programa a seguir:
Nada al pago de la deuda.
Control de los bancarios evitando la fuga de capitales.
Todo el presupuesto para industrializar Argentina.
Salario mínimo de $75.000.
Jubilación del 82%.
Gobierno de trabajadores.
(*) Del Partido Obrero