El nuevo organigrama municipal pone de relieve que a pesar de que el país está literalmente fundido, la clase política insiste en hacer lo que mejor hace: Inventar cargos, funciones y puestos.
Vaya como ejemplo la primera línea del ejecutivo: Subordinado directamente al intendente, aparece el jefe de Gabinete,y por debajo de éste funcionan nada menos que once secretarías: de Coordinación; de Espacio Público; de Economía y Finanzas; de Gobierno; de Comunicación; de Educación, Empleo y Deportes; de Seguridad; de Desarrollo Urbano; de Cultura; de Salud; y de Desarrollo Social. Funciona en este mismo rango el Tribunal de Faltas con cinco jueces.
Por debajo las siguientes subsecretarías: Técnica; de Innovación y Tecnología; de Control Comunal; de Desarrollo y Producción; y Planificación y Coordinación Técnica. Y esto nada más que en la primera línea.
Para tener una idea: cuando Manuel Quindimil asumió el 10/12/1983, la Municipalidad de Lanús funcionaba con 4 secretarías: Gobierno; Bienestar Social; Obras Públicas; y Hacienda.