Días pasados, un vecino -segunda generación lanusense, de origen persa- se manifestaba profundamente preocupado pues temía que Irán, donde residen muchos de sus familiares, pudiera ser la nueva Siria, la nueva Irak o la nueva Afganistán.
De ese episodio, nació esto que más que hipótesis es una especulación periodística: ¿No cabe la posibilidad de que al general Qasem Soleimani se lo hayan sacado de encima, entre el líder supremo de Irán, Alí Jamenei y el presidente Hasán Rohaní, en combinación con el presidente de EEUU, Donald Trump?
A los tres mencionados el misilazo del 3/1/20 en Bagdad, les vino como anillo al dedo. A Trump por razones obvias y al dúo iraní, porque Soleimani (63) era una piedra en el zapato: Carismástico y querido por las masas, el año próximo hay elecciones en Irán y el establishment no quiere un yihadista como presidente.
Y atención que para concretar el misilazo de Bagdadd, no hace falta que se pongan de acuerdo los tres mandamases mencionados: Basta con una discreta charla entre espías de ambos países. Alcanza con soplar: “Tal día, a tal hora, y en tal lugar”. Y luego, apunten, fuego.
Porque dígame -para tranquilidad del vecino Sergio- si no fue de telenovela turca la “venganza” de Irán. ¡Veinte misiles contra una base desierta!
Y no esperemos saber la verdad alguna vez. No olvidemos que en lel bombardeo a la AMIA y en el caso Nisman, también hubo iraníaes de por medio...
G. Masiello