Peligrosamente, sobre la vereda del Paseo 9 de Julio, a la altura del 1351, donde hay dos locales en alquiler, acechaba a los paseantes una sencilla bolsa de tela desbordada de montantes de aluminio que se usan para instalar placas de durlock. “Son muy filosos, es un peligro para grandes y chicos”, observaban los transeúntes.