por Omar Dalponte
Luego de ochenta y un años de buen funcionamiento mi viejo corazón necesitó ser reparado. De manera que hube de someterme a una cirugía cardiovascular que, después de algunos inconvenientes y una larga internación, permitió que en la actualidad pueda reiniciar mis actividades.La rehabilitación no será corta pero en estas cosas se necesita paciencia. Este episodio me ha mantenido alejado durante dos meses de la actividad periodística , cosa que he extrañado a horrores. Pero así es la vida.
Hoy, por primera vez luego de un tiempo que pareció interminable me siento frente a la computadora. Las primeras palabras son para expresar mi profundo agradecimiento a ustedes, mis lectores de La Defensa, que se han preocupado, enviaron mensajes e hicieron llamados interesándose por mí. También para las direcciones de los diferentes medios que publican mis notas y finalmente, en modo muy especial a familiares y amigos que me acompañaron durante este tiempo difícil.
En pocos días retomaremos nuestro contacto habitual. La actualidad nacional e internacional ofrece mucha tela para cortar y abunda información como para poder, como siempre, reflexionar y opinar desde nuestras ideas con la intención de promover y profundizar los debates que exige la democracia y especialmente nuestra dolorida Argentina, hoy en los umbrales de una nueva etapa que se presenta como un enorme desafío en el largo camino hacia el país que merecemos.
Un gran abrazo.