Luego de las primeras investigaciones, la policía llegó a la conclusión de que el asesinato de Enzo Gabriel Ballista (21) no fue un intento de robo sino que se trata del epílogo de una disputa que la víctima sostenía con su victimario, quien ya estaría identificado por la ley. El sospechoso, de acuerdo a los testigos, es un sujeto con quien Ballista mantenía una fuerte disputa desde más o menos un años atrás. Luego el sospechoso cayó detenido y al salir de preso -siempre de acuerdo a esta hipótesis- se desencadenaron los hechos que terminaron a las seis de la mañana de ayer con la vida del joven (foto) a quien no le robaron la moto.