por Alejandro Chitrángulo
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 2018 dice que América Latina es una de tres regiones en el mundo donde aún continúa la deforestación. Aglutina 935,5 millones de hectáreas forestales, lo que representa el 46,4% de la superficie total de la región, y según FAO cinco países concentran el 80% del área total de bosque, entre ellos, Brasil, que posee más de la mitad de la superficie boscosa (53%).No obstante, la región perdió 96,9 millones de hectáreas de bosque entre 1990 y 2015, según el informe titulado: ‘El estado de los bosques 2018’, de esa organización internacional. Durante ese período, sólo seis países latinoamericanos aumentaron su cobertura forestal con respecto a 1990: Chile, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay. Este último fue el país que más incrementó su cobertura forestal con un aumento de más del 130%.
El caso de Uruguay es emblemático porque el estado fomenta el desarrollo de este sector que proporciona 25.000 empleos directos y se lleva a cabo sin que ello vaya en detrimento de los bosques nativos. Los bosques naturales aún representan 850.000 hectáreas del territorio, mientras que las plantaciones forestales ahora cubren 1.200.000 hectáreas. Otro caso de éxito es Costa Rica. En ese pais quienes mantengan bosques en sus propiedades pueden recibir un subsidio para no utilizar ese territorio para otros fines productivos.
La selva tropical
Una selva tropical es una selva espesa y calurosa que se caracteriza por una alta precipitación, de entre 250 y 450 centímetros al año. Las selvas tropicales se encuentran en
África, Asia, Australia, América Central y América del Sur.Aunque estas selvas cubren sólo el 6 por ciento de la superficie de la tierra, contienen más de la mitad de todas las diferentes especies de plantas y animales sobre la tierra. Aproximadamente 30 millones de especies de plantas y animales viven en las selvas tropicales. La mayor parte de las selvas tropicales se encuentran cerca del ecuador. A menudo se llaman,”la farmacia más grande del mundo” por la cantidad de hierbas medicinales.
Otra denominación popular es “pulmones del planeta’’porque ayudan a limpiar el aire que respiramos.Debido a su papel en la absorción de dióxido de carbono, y en la producción del oxígeno. Estabilizan el clima y producen la precipitación en todo el mundo. Mantienen el reciclaje de agua entre el suelo y la atmósfera y la protección contra las inundaciones, las sequías y la erosión del suelo.
La mayor del mundo es la del Amazonas en Brasil y ocho países vecinos, que se extiende por todo el continente desde la cordillera de los Andes hacia el océano Atlánticocon una superficie total de más de 7 millones de kilómetros.
Sin embargo, todo esto no ha servido para protegerla de los intereses económicos que son los causantes de que se esté deforestando esta área geográfica del planeta. A pesar de que existen algunas áreas protegidas, otras muchas no lo están, y son estas zonas las que sufren de forma más acuciante el daño de las actividades humanas. Las principales causas de la deforestación del Amazonas son las siguientes:
Talado comercial
A pesar de que se trate de un bosque primario, la selva del Amazonas está siendo talada en algunas zonas con la finalidad de ofrecer materia prima a la industria maderera de todo el planeta. Estas zonas taladas no se vuelven a recuperar una vez que se culmina la tala, dado que son reutilizadas para otros sectores industriales que nada tienen que ver con el sector maderero.
Cría del ganado
Una gran parte de las zonas que son taladas se destinan con posterioridad a la cría de ganado extensivo cuando la industria maderera ha terminado con ellas. En estas zonas, se cría ganado con el fin de satisfacer las demandas de la industria alimenticia a nivel mundial, especialmente en países donde la demanda de productos cárnicos es más elevada.
Cultivo agrícola
Sin embargo, a pesar de que una parte de los terrenos que son talados se destinan a la cría del ganado, la mayoría de ellos serán destinados a la agricultura. Esto se debe a varios factores. Por un lado, se trata de países cuya economía está centrada en el sector primario y la producción de materias primas. De este modo, la agricultura constituye una salida fácil para los trabajadores de la zona. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, el ganado que se cría, requiere de cantidades muy elevadas de alimento, por lo que la industria ganadera conlleva también la creación de campos de agricultura extensiva con el fin de alimentar a las reses.
Finalmente, la alta demanda de productos alimenticios baratos que se consumen a nivel mundial hace necesario disponer de más pastos para soportar la demanda de estos productos. Los dos más importantes son la soja y el aceite de palma, que son los cultivos mayoritarios que se plantan en las zonas que se deforestan.
Incendio en el Amazonas
Los incendios en el Amazonas llamaron la atención de todo el mundo y no es para menos. Entre enero de este año y el pasado 20 de agosto el número de incendios en el área aumentó un 145% en comparación con el mismo período en 2018. Las llamas consumieron 2,5 millones de hectáreas solo en agosto, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE).
Los motivos sigue siendo los mismos, pero potenciados porque Brasil es el principal exportador de carne vacuna del mundo. Según el Departamento de Agricultura de la Unión Europea, cerca del 20% de las exportaciones mundiales provienen de este país.Para satisfacer la alta demanda de los mercados, la industria brasileña necesita de más espacios y recursos para el ganado. Como consecuencia, se generó más deforestación con el fin de cultivar más soja para exportación (es el alimento de vacas, pollos, cerdos y otros animales que componen la dieta rica en proteína animal).
Según denuncia Greenpeace la quema es una práctica común de agricultores y ganaderos para “limpiar” el terreno. Pero lo más preocupante es que el actual discurso del gobierno brasileño incentiva a la industria ganadera a continuar con su expansión en la selva amazónica. De seguir esta tendencia más empresas verán en el Amazonas un espacio rentable para sus actividades y como resultado podrían desatarse más incendios en los próximos años.
Por otra parte Cuando se talan árboles se alteran los ciclos hídricos naturales, es decir, llueve menos y el suelo es más seco. Además, las ramas y las hojas que quedan luego de la tala funcionan como combustible para las llamas, haciendo que se reproduzcan más rápido de lo normal.
La tala ilegal es común en los países donde se extiende la Amazonía, como Brasil. Las maderas de alto valor (por ejemplo, la caoba o el ipé) son productos que tienen gran demanda en los mercados europeos, lo que alimenta el fraude y la corrupción en la industria forestal. Cuando las zonas o especies protegidas son ignoradas en favor de las actividades económicas, la selva pierde. Denuncian los directivos de greepeace.
El relajamiento de las políticas medioambientales del gobierno de Brasil favorece las causas de los incendios en el Amazonas, las talas, y otras amenazas. Una de las estrategias es recortar o frenar recursos para las dependencias o entidades que protegen la selva amazónica.