La de Nicolás Russo fue casi la única voz de aliento que se escuchó en el cuartel general del derrotado Edgardo Depetri, apenas conocidas las últimas cifras en Lanús. Olvidando oportunamente que había anunciado la victoria en Lanús del Frente de Todos por tuiter a las seis de la tarde, Russo encomió el domingo por la noche el trabajo de “la militancia”, y subrayó que la campaña por Depetri intendente, “se hizo a pulmón”.
Pero dentro del peronismo, el ambiente es otro y está supercaldeado:
Por ejemplo a Agustín Balladares lo echaron del búnker Nestor Kirchner, la noche de la derrota porque lo acusan de que su campaña como candidato a intendente para las PASO, la financió el grindettismo.
Y las miradas de la militancia peronista se vuelven hacia Darío Diaz Perez, presidenmte del PJ Lanús, a quien llaman “el mariscal de la derrota”. “El peronismo viene perdiendo en Lanús una elección tras otra. Es hora que algunos dirigentes den un paso al costado”, dice el sindicalista Marcelo Gazco. Y Julián Ojeda, ex candidato en las PASO, pide también la renovación de algunos dirigentes, aunque se cuida de nombrarlos.
En tanto on line, los maltrechos peronistas lanusenses se pasan unos a otros la trucada foto del PJ Lanús, “en renovación”.