lunes, 9 de septiembre de 2019

Macri: histérico y desequilibrado

por Omar Dalponte*

omardalpopornte@gmail.com

Hay que asegurar el tiro del final para que en octubre podamos acabar con la terrible realidad de nuestra Argentina destruida por el macrismo. Nunca se ha visto un desastre semejante como el que, intencionadamente, produjo la banda de Mauricio Macri y sus cómplices.
Jamás se ha visto ni escuchado de alguien que desempeñara el cargo de presidente de la Nación, decir y hacer, para vergüenza de los argentinos ante el mundo, lo que hizo y dijo Mauricio Macri en estos últimos casi cuatro años de tragedia nacional.
Jamás la mayoría de los argentinos vivimos en medio de tanta chatura, indignidad, angustia y pobreza como en este tiempo de gobierno neoliberal iniciado en 2015.
El presidente, la vicepresidenta, el jefe de gabinete de ministros y varios ministros han fallado gravemente en su tarea de gobierno. Saquear al país, sumirlo en la miseria, endeudarlo, crear un ejército de desocupados, pulverizar las ilusiones de miles de comerciantes, de pequeños y medianos industriales, someter al hambre a millones de personas, hacer imposible la adquisición de medicamentos a los pobres y condenar a vivir a la intemperie a gran cantidad de seres humanos, se mire por donde se mire, constituye delito y mal desempeño en el ejercicio de sus funciones. La ex presidenta Cristina Fernàndez definió bien al ocupante de la Casa de Gobierno. Macri es el caos, dijo. Y millones de compatriotas coincidimos con esa opinión.
Esto de que Macri y sus cómplices son el caos y el delito es absolutamente evidente. Por eso extraña -y duele- que haya diputados que, sabiendo que la Cámara de Diputados puede ejercer el derecho de acusar a funcionarios responsables del desastre argentino, no
recurran al Artículo 53 de la Constitución Nacional para denunciarlos. También nos llama la atención que nuestros concejales, a quienes queremos y respetamos, no hayan alzado su voz presentando proyectos de resolución, de comunicación o por lo menos una declaración reclamando la aplicación del Art. 53 de la Constitución a quienes, por ineptitud y maldad, produjeron el daño mayúsculo que hoy sufrimos los argentinos. Los diputados, además de frecuentar los canales de televisión, pueden actuar en defensa del país si tienen inteligencia y valor como para hacerlo. Es su obligación hacerlo. Un concejal, también, puede producir desde el Concejo Deliberante, muchísimo más de lo que se cree y de lo que habitualmente se hace si es que tiene conocimiento de los procedimientos institucionales y si  posee la capacidad y el coraje necesarios. Cuando la Patria está en peligro todos debemos reaccionar en su defensa desde el lugar que ocupemos en la sociedad. Mucho más aquellos que han sido elegidos para velar por el interés del pueblo.
Es vergonzoso que diputados, senadores, concejales y muchísimos dirigentes no reclamen el cumplimiento estricto de lo dispuesto en la Constitución Nacional. Nadie le exige al Congreso que cumpla –por ejemplo- con el inciso 19 del Artículo 75 del Capítulo Cuarto que –entre varias e importantes cosas- determina la defensa del valor de nuestra moneda, hecha polvo por el gobierno macrista. Así estamos los argentinos: atacados brutalmente por la banda de sinvergüenzas e incapaces que gobiernan y sin que nadie, salvo contadísimas voces y los patriotas que día a día pelean en las calles como pueden, ponga lo que se debe poner ante una situación caótica que se agravará mientras el macrismo maneje las palancas.
Hay que terminar con  el Macri histérico y desequilibrado que carajea fuera de sí, que insulta a los ciudadanos que ejercimos el sagrado derecho al voto, que niega la existencia de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias porque le fueron adversas. No hay que dejarse engañar por funcionarios que reemplazan a  funcionarios como Nicolás Dujovne, que huyó dejando al país en llamas. Las “medidas económicas” del nuevo ministro Hernán Lacunza no sirven para nada más que para confundir. Todo mentira. Todo engaño. Maquillaje para tapar la dura realidad de un país saqueado y quebrado.
Existen razones muy poderosas para exigir, por lo menos, un pedido de Licencia a Macri y a su inepta vicepresidenta Gabriela Michetti. Si logramos que el Frente de Todos se imponga en los comicios de octubre, debemos impulsar una movilización popular que exija la retirada inmediata de estos personajes siniestros. Su permanencia profundizará los males que padecemos. Es necesario terminar con la Argentina del atropello y del disparate.
Mauricio Macri nos hartó. Desde sus ridículos bailes en los balcones de la Casa de Gobierno, pasando por sus histerias y desequilibrios, hasta hacerse asesorar por personajes de opereta como Durán Barba y “el mago sin dientes”, cumplió todo un ciclo de maldades y estupideces. Sepamos decir basta a tanta payasada, brutalidad, corrupción y saqueo.
   (*) De Iniciativa Socialista