por Lisandro Martínez *
De queruza la merluza: Hacerlo de tal modo que no sea advertido,
Hacerlo a escondidas, disimuladamente.
Hace un año escribí con el título: “La clase obrera debe acabar con este régimen” (La Defensa 2/7/2018), señalando que la amplia mayoría en Argentina rechazaba el gobierno de Macri, sus despidos y tarifazos. Que provocaban achique industrial, la suba de precios al consumo, una inflación desbocada, la pérdida del poder adquisitivo y devaluación permanente, todo había elevado la tasa crediticia al 47% (Lebac), -hoy a más de 75%- y el riesgo país subía y subía. No había en 2017 ni en 2018 lugar donde se concentraran más de 6 personas que no silbaran, tararearan o entonaran “MMLPQT”, sabiendo que el gobierno era y es el responsable de la malaria. Los únicos que sostuvieron al gobierno desde los HCD, intendencias, gobernaciones y parlamentos fueron los PJ/K, los Massa y otros que legislan contra los que trabajan. Frente al repudio popular, la izquierda nunca quiso levantar la consigna: “Fuera Macri”, porque era funcional a los K. La izquierda se hizo hilachas y no planteó ninguna consigna de poder, en cambio copió el eslogan electoralista de los propios K: “Hay 2019”.
En aquella nota señalé que “el gobierno se transformó desde su instalación en el principal destructor de la vida de la familia obrera”, y era objetivamente incompatible con el futuro que necesitan los laburantes, mientras las medidas económicas apuntaban a robustecer a la actividad más redituable del país: la agroindustria que el 29/6 mismo impulsó ¡otra devaluación para subir el precio de la soja un 5,2% en la Bolsa de Rosario (La Nación 30/6/18)”.
El FMI trabajó en radios y canales corrompiendo a sus voceros para que el proceso electoral fuera muy polarizado y que la compulsa escondiera en lo profundo la fruta
envenenada del acuerdo más rastrero y antinacional de la patronal y sus “pinches” candidatos, para que el pueblo trabajador “honre la deuda”. A cambio podrían los triunfadores afanarse hasta las cenizas de San Martín si de ello sacan un rédito económico pero nada que obstaculice la fuga de capitales y la entrega de los activos y las riquezas naturales.
Todo eso ha entrado en crisis y en un cono de sombras donde comienza a corporizarse “el fantasma que recorre el mundo”, mientras las patronales y sus funcionarios con medidas retrogradas inflan los músculos de las masas mediante la incompetencia del personal político a cargo. Esto contribuirá más temprano que tarde a que el pueblo haga tronar el escarmiento a través de su plan de lucha. La acción planteada deberá superar al régimen de la explotación y el envilecimiento humano, pasando a escribir otra historia: la que nos merecemos.
La aplastante derrota del macrismo abrió una crisis política enorme que resquebrajó la arquitectura financiera del fracasado FMI, a pesar que los Fernández, el macrismo, la CGT y las patronales, reverenciaron desde el principio todas las imposiciones del Fondo, que con su inoperancia arrastra un enorme desprestigio público.
La reestructuración de la deuda va a plantear un severo derrumbe económico. El pacto devaluacionista se combina con la agonía del gobierno Macri. Ahora Trump admira la sonrisa de Alberto Fernández. Algunos desconocen que la caída del macrismo limita los engendros derechistas aquí, en Latinoamérica y también en Europa. La caída de Menem/Cavallo no colocó a otro Menem y cuando la centroizquierda Meijide/Chacho Álvarez pretendió resucitar a Cavallo explotó el Argentinazo. ¿Después de esto viene la tradicional corrida bancaria (1982, 1989, 2001)? El dúo “Los Fernández” intentará imponer un arbitraje y derrotar a los trabajadores, estableciendo un cepo salarial por c/rama de la industria, pero para la patronal los F/F preparan un festival de subsidios (1. A las tarifas, 2. A los impuestos, 3. Repro para pagar salarios). Es el plan de Lavagna.
Hoy no es 2003 cuando la economía mundial acompañó a los K con la subida de precios de la soja y otros comodities. La caída de Macri y su esquema antiobrero abre para la izquierda y el movimiento de lucha una oportunidad para intervenir y ganar.
El esquema electoral está empantanado. Hasta octubre no hay días sino siglos. La burguesía quiere darle una salida indolora al cataclismo y pretende no chocar con la clase obrera por temor a recibir una paliza histórica. Macri no representa un gobierno de traspaso ordenado y F/F no puede públicamente comprometerse con el ajustazo que pretenden los organismos financieros.
En Lanús las Paso le marcaron la cancha a Grindetti, quien estableció el esquema de hace 50 años: culatas en el municipio y empleados municipales más precarizados usados como masa de maniobra. Con el eslogan de: "El 11 de Agosto tu voto hace la diferencia para no volver atrás", Grindetti reunió en el club Talleres a 500 municipales para que fueran fiscales en las PASO. El apriete no sirvió. Grindetti cayó por 14 puntos ante las 4 listas de F/F que fue para los trabajadores no lo mejor sino lo que había para desembarazarse del plan de exterminio social.
Grindetti ya no se pinta la cara para la guerra y abandonó a Macri y propone: “No importa si sos peronista, radical, de izquierda o derecha, sólo importa que seas lanusense y quieras como yo a Lanús”. Pretende ocultar su responsabilidad en la carnicería social desde hace 3 años, donde él y su empleador duplicaron sus fortunas.
El 31/8/18 Tamara Paladino, secretaria de Coordinación y Seguimiento de la Gestión Grindetti envió un audio, en el que insistía en que los trabajadores del sector barrido (los más precarizados) tenían que ir a concentrarse frente al municipio y debían reportarse ante ella para ser fotografiados y dar fe ante sus superiores sobre quién “realmente asistió” al encuentro con el Intendente (wwwpagina12.com.ar 31/8/19). Ese sábado el aparato de Grindetti fotografió un área de 100 x 30 m2 exagerando que allí cabían: ¡6000 personas!
Donde se trabaja hay conmoción por el desastre macrista. La salida es la Huelga General y las Coordinadoras. En Chubut docentes y estatales que reclaman sueldos hace meses “fueron reprimidos por cientos de encapuchados organizados por la burocracia sindical de petroleros y del gobierno del Frente de todos” (www.consellopatagonico.com 4/9/19 ¿Esa será la gobernabilidad de los Fernández?
Propiciar la caída del régimen por medio de la Huelga General es colocar a la cabeza a la clase obrera como sujeto histórico para resolver de una todos los problemas.
(*) Del Partido Obrero