por Lisandro Martinez*
El 6/6/19 el portal La política online tituló: “Una delegación de intendentes peronistas prometió en Wall Street pagar la deuda”. Los peregrinos además de ir al centro del poder financiero fueron al Departamento de Estado. Junto al intendente de Morón Gustavo Menéndez y la ex ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis, participaron los intendentes de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini; de Navarro, Santiago Maggiotti; y de Castelli, Francisco Echarren; el diputado santafesino Marcos Cleri; los sindicalistas Omar Plaini y Hugo Moyano hijo; y los dirigentes bonaerenses Gustavo Soos y Francisco Cafiero. Estos funcionarios comprometieron a los ciudadanos a pagar una deuda que los trabajadores contribuyentes no contrajimos.
Cuando se presentaron Duhalde y De La Rúa como candidatos a presidentes por el PJ y por el Frepaso en 1999 dijimos que “el imperialismo tiene dos candidatos” y no nos equivocamos.
Aunque Gardel nos recuerda siempre “que 20 años no es nada”, en dos décadas la acentuación de la crisis económica capitalista, el seguidismo al imperialismo, el pago de la deuda externa y eterna, han desmejorado tanto las perspectivas de independencia política y económica que en 2019 los candidatos del imperialismo vía FMI se cuentan por docenas en la patria vasalla y no hay fracción de la burguesía nacional que no se haya entrevistado con
“Black” Trevor Alleyne, representante del organismo crediticio y con el “Tano” Roberto Caldarelli, jefe de la Misión del FMI para la Argentina.
Así han comprometido que entregarán “el oro y el moro” en primer término Juntos por el cambio, Macri/Pichetto, quienes fueron saludados con bombos y platillos por el statu quo de la semi colonia, a pesar de que tuvieron que garantizar la vehiculización de colectoras para apalancar a la mosquita muerta María Eugenia Vidal, quien lejos está de ser la imbatible ganadora que con un par de mohines se pone en el bolso al electorado.Mientras Wall Street celebró la incorporación del cavallista Alberto al dúo Fernández/Fernández, lo que le dio cierta garantía a los usureros que se relamen en Washington, esta agrupación en principio se llamó Frente Patriótico Nacional pero varió su denominación -¿por vergüenza?- bautizándose más difusamente el Frente de todos.
Otra variante de la extranjerización y la entrega es el Frente Despertar de José Luis Espert y Gonzalo Mansilla de Souza, quienes son una variante de los garantistas del saqueo público. Estos llevan además a Alberto Asseff quien posa increíblemente como “nacionalista”. También ha pasado por entre las piernas fondomonetaristas el Frente Consenso Federal de Lavagna y Juan M. Urtubey, dos elementos de extrema confianza de los desvalijadores del país. Otro frente que se auto denomina Nos está encabezado por Juan Gómez Centurión, un elemento dedicado a Containers y maniobras de todo tipo en la aduana, que arbitró durante todo un período en nombre de la embajadora norteamericana Elisa Carrió los negociados aduaneros. Por supuesto que quedan otros “pícaros” de feria que se candidatean en frentes y agrupaciones a ser quienes corten el bacalao en favor de los consorcios imperialistas y en desmedro de la nación trabajadora.
El desfile público de esta “Armada Brancaleone” debe ayudarnos a comprender que el proceso electoral es un laberinto sin salida que tiende a profundizar la crisis, primero económica y luego política. Todos estos realineamientos creen como los beatos que van a obtener por gracia divina -en la campaña electoral- un reforzamiento que les adose una cantidad de recursos políticos y los dote de autoridad ante las masas para enfrentar la crisis de conjunto que plantea un estado en quiebra, que debe desactivar varias mochilas a punto de estallar: 1. Deuda externa. 2. Crisis energética que viene precedida de múltiples tarifazos que han llevado a miles a la pobreza y que se van a redoblar el día después de las elecciones. La crisis energética tendría su resolución en Vaca Muerta y sus recursos bajo control obrero de la explotación y la fijación de las tarifas en el concierto de una salida obrera y popular. En términos patronales “Vaca Muerta” en manos enemigas al pueblo trabajador está perdida como salida nacional, como sucedió durante el gobierno de Kicillof/Cristina con la explotación de inmensas reservas petrolíferas que fueron entregadas por un plato de lentejas a Chevrón.
En sólo tres meses se han producido 86.000 despidos, esto caracteriza más que ninguna otra expresión la bancarrota de un capitalismo en decadencia tanto económica como políticamente; este cuadro transitorio alumbra como en otros momentos la crisis de dirección de la clase obrera nacional e internacional. No obstante los trabajadores luchan contra cada agravio que se produce e interpelan con su intervención aguda o parcial a cada una de las direcciones en presencia. Estas contradicciones en esta etapa histórica ejercen aunque no lo parezca una presión descomunal sobre todo el cuadro (burocracia sindical cooptada, partidos tradicionales que se derrumban, etc.).
El escenario político donde se desarrolla el drama argentino es de una gravedad acentuada y pronostica la desintegración del régimen y crisis aún mayores.
La clase obrera lejos de un reflujo se orienta más temprano que tarde apantallada por la insoportable crisis capitalista hacia una nueva intervención de conjunto en todos los escenarios y por sobre todo en el del poder político.
Ocupación de empresas que suspendan o despidan.
Que se abran los libros.
Reparto de horas de trabajo.
Fuera Macri y el régimen del FMI.
Asamblea Constituyente libre y soberana.
Plan de reindustrialización del país bajo control de los trabajadores.
Gobierno Obrero
Vote Frente de Izquierda y los Trabajadores.
(*) Del Partido Obrero
En la foto: Intendentes peronistas se comprometen en EEUU a pagar la deuda (Política O Line).