por Omar Dalponte*
omardalponte@gmail.comTratando de analizar la actualidad en medio del crepitar político es fácil caer en lugares comunes. En muchas oportunidades, por el volumen de ciertos sucesos, uno se ve obligado a comentar temas que en el mundo periodístico se zarandean sin interrupción.
Apenas pocos días atrás la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner alborotó el avispero anunciando las precandidaturas del Dr. Alberto Fernández y la de ella misma, para los cargos de presidente y vicepresidenta de la Nación. Al mismo tiempo comunicó su decisión de competir en las elecciones Primarias, Abiertas, Obligatorias y Simultáneas que se realizarán el próximo 11 de agosto. En dichas elecciones Alberto y Cristina estarían dispuestos a rivalizar con otros precandidatos dentro del frente político que integrarán, entre otras organizaciones, el Partido Justicialista y Unidad Ciudadana. A partir del momento de esta noticia, la marca Fernández-Fernández se constituyó en la estrella principal del mercado pre electoral y así, cuanto periodista, analista, encuestador, dirigente, militante, sabelotodo y charlatán que revolotea en los medios de comunicación, quedó habilitado para opinar a diestra y siniestra, arrimar algún criterio sensato o decir disparates de enorme dimensión.
Lo cierto es que, para muchos, la propuesta hecha por Cristina, significa una luz de esperanza que orienta por el camino hacia una victoria indudable. Para otros, no pocos, es nada menos que una decisión inspirada en el mismísimo Satanás. Tal vez, lo aconsejable sería que los exageradamente triunfalistas, sin caer en exitismos prematuros, tomen conciencia que todavía no se ganó nada, que el enemigo es muy poderoso, que sus recursos son inmensos y que los intentos de fraude no hay que ignorarlos. Los detractores
de la fórmula, pertenecientes a diferentes espacios políticos, por algún tiempo seguirán acelerando en vacío no sabiendo “qué trole hay que tomar”. Todavía no superan su aturdimiento e indignación y heridos por la movida de Cristina no hallan la forma de recuperar aire. Sorpresas da la vida. Y en política las otorga con mucha frecuencia. Quienes por pertenencia partidaria hemos recibido con alegría y prudencia esta movida de Cristina Fernández, consideramos un acierto haber propuesto para la candidatura principal al Dr. Alberto Fernández. Sin duda se trata de un compañero con una preparación adecuada y mucha experiencia en la gestión de gobierno. De manera que es un dirigente con capacidad para saber qué hacer -si finalmente triunfa- inmediatamente después de asumir su cargo. Esto, indudablemente, en medio del estado de incertidumbre previo a la presentación en sociedad del dúo Alberto-Cristina, trajo cierta tranquilidad en los campamentos de diferentes versiones peronistas, en el kirchnerismo duro y en las islas e islotes donde vivaquean los deseosos de ocupar algún lugar bajo el paraguas de un frente opositor al macrismo que, teniendo como eje al peronismo, se presente con posibilidades de triunfar.
Claro que de aquí a que todo esté afirmado definitivamente habrá que atravesar más de una alternativa si es que cada quien es capaz de mantener sus posiciones. Cristina propuso ir a las P.A.SO. Por el momento Guillermo Moreno no desistió de participar en las primarias. Daniel Scioli no hizo caso a los cantos de sirena que salieron de Alternativa Federal por la boca del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti y, según sus dichos en un acto efectuado en el hotel Castelar la semana pasada, ratificó su decisión de dar pelea contra quien tenga enfrente, sea de la estatura que fuere.
De cómo sea el cuadro de situación en los umbrales de las PASO, una vez congelada la fotografía será posible barruntar como quedará el tablero de la política. Habrá que ver si el macrismo concurre con lista única o si los radicales consiguen que haya confrontación entre Macri y un par de radicales. De acuerdo a como se den las cosas en el territorio de Cambiemos será el escenario frente al cual podremos aproximar alguna conjetura. Lo mismo, o más o menos lo mismo, ocurrirá cuando don Roberto Lavagna termine de deshojar la margarita. Si Consenso 19 y el macrismo van a las Primarias con lista única, una franja de sus adherentes, probablemente, no tendrá demasiado entusiasmo en sumar el voto a esas parcialidades. Si no hay competencia, voto más o voto menos carece de importancia. Como se trata de elecciones abiertas, por operaciones políticas o decisión propia esa franja de votantes bien podría decidir meter la cuchara en disputas ajenas para favorecer a algún contrincante de quienes no sean de sus simpatías. La política generalmente transita por senderos bordeados de malicia.
¿Si Daniel Scioli no desiste de confrontar con los Fernández y aquellos votos van para su cosecha? Una buena elección del ex gobernador en las primarias sería capital acumulado para el futuro. Daniel tiene 62 años y puede mantenerse vigente unos años más. Cristina ya está en los 66. Scioli no es Randazzo que “amainó su plumaje al primer ruido”. Conserva un armado territorial nada despreciable, es ampliamente conocido y hace apenas cuatro años, galopando contra el viento obtuvo casi el cincuenta por ciento de los votos. ¿Es descabellado pensar que puede hacer un buen papel en las P.A.S.O? Las elecciones del 11 de agosto se realizarán en todo el territorio nacional y los humores políticos no son similares en el interior que en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires. Raúl Alfonsín perdió frente a Ricardo Balbin en 1972. De aquella derrota salió fortalecido y más adelante se quedó con el santo y la limosna. En 1995 José Octavio Bordón derrotó en la Interna del Frepaso a Carlos “Chacho” Álvarez quien por aquel tiempo se comía los chicos crudos y aparecía como gran favorito.
En nuestra opinión Daniel Scioli debe presentarse en las P.A.S.O porque más allá de triunfos y derrotas el cumplimiento de la palabra empeñada da siempre buenos frutos. La ratificación de conductas rectas y coherentes suele proporcionar prestigio y credibilidad. Y como beneficio de inventario para el conjunto, es mucho mejor legitimar las candidaturas con el respaldo del voto popular.
Creemos que puede hacer un buen papel. Suponemos que las viejas lealtades no se habrán esfumado. Es lógico presumir que “La Juan Domingo”, el “Grupo Descartes”y otras agrupaciones sciolistas plantadas en muchos lugares de nuestro país, conservarán sus activos militantes que en forma total o parcial seguirán fieles a sus principios de lealtad. Un dato: Scioli (aparentemente) no estuvo en el acto del 25 de Mayo en Merlo. Prefirió compartir un locro en Lanús con la tropa de un precandidato local, Norberto Luciani. Todo puede ocurrir en la conocida dimensión de la política argentina. Así que no estaría mal estar atentos al desarrollo de los acontecimientos y, como decía la abuela, “contemos los granos guardados en el granero y no los que están en el campo triguero”
Una más antes del cierre: En el año 2003 el asesinato de los militantes sociales Darío Santillan y Maxi Kosteki hizo tambalear al gobernador Felipe Solá, provocó la despedida de algún ministro y obligó al presidente interino Eduardo Duhalde a adelantar las elecciones. Hoy, ante la muerte de cuatro pibes en San Miguel del Monte, respecto a las cuales parece que policías bonaerenses tienen mucho que ver, las autoridades de la provincia siguen como si nada. Con distintas varas se miden ciertas situaciones dramáticas en nuestra dolorida Argentina. Falta que a la gobernadora Vidal la fotografíen luciendo un manto de la Virgen y que condecoren al ministro de Seguridad Cristian Ritondo por la “hazaña” policial. Patéticas miserabilidades diría don Hipólito Yrigoyen.
(*) De Iniciativa Socialista