por Lisandro Martínez*
La presentación de CFK & MM en el próximo turno electoral aparece cada día más lejana. Aunque ambos tengan un elevado rechazo de parte del electorado, quienes arman el reality show electorero saben que sin la participación estelar de estos dos “grupines” es muy difícil despertar algún fervor y menos con Massa, Lavagna o el vago Olmedo. Para que haya una rentrée de “Titanes” es necesario no sólo revivir a Karadagian y a la Momia sino poner en el cuadrilátero a William Boo y al hombre de la barra de hielo en el ring side. Sin estos elementos las elecciones atraen menos atención que los dichos de un miembro de los servicios como Elisa Carrió.Una prueba de este desbarranque es el retiro del candidato a gobernador por parte de Cristina en Córdoba, una señal de subordinación frente a elementos del FMI y los grandes capitales. Schiaretti va al armado de un esquema de unidad nacional con la UCR, Lavagna y la centro izquierda, donde CFK queda fuera junto a Cambiemos que no llegaría al ballotage. En esta política de postración y guiños al imperialismo yanqui está la clave del armado electoral para satisfacer el pago de la deuda usuraria que sólo en Córdoba de la mano de Schiaretti creció en tres años en $150 mil millones, de allí que todo el proceso electoral garantizaría la continuidad del pago de la condena externa en las provincias y la Nación.
Que CFK no tiene “el pase” de Wall Street refuerza que la mujer continúe deshojando la margarita comicial porque las últimas noticias son que “Wall Street no firma el acuerdo de los 10 puntos de Macri ya que para los grandes inversores los bonos argentinos son incomprables”. Además la falta de confianza ganó al grueso de los bonistas que recibieron los dólares y, en lugar de reinvertirlos, los sacaron del país acelerándose la sangría de divisas que en menos de un mes se llevó el 80% de los recursos que ingresaron por el cuarto desembolso del FMI (www.iprofesional.com 8/5/19).
Mauricio convirtió en papel mojado la iniciativa del FMI: el Programa de los 10 puntos
Para Wall Street el gran “cuco” electoral –por ahora- lleva como iniciales CFK y como las últimas encuestas dan que “Ella” mide más que Mauricio, los financistas no quieren
aventuras peligrosas: por eso mismo, el índice de “riesgo país” se estableció por encima de los 900 puntos. Así Mauricio es “el pato rengo”, y Cristina “la inestable”.
¿Quién arma un ballotage con figuras tan desprestigiadas?
Las elecciones nacionales están en el mismo bolillero que el golpe de estado a Venezuela y que azota el huracán del derrumbe capitalista internacional, aunque los charlatanes de los medios destrocen rodilleras rogando una salida -a Judas Tadeo el santo del dinero- desvinculando el proceso golpista de Trump sobre Venezuela en su guerra hasta ahora comercial con los capitalistas chinos y rusos y sus apetencias de un nuevo escenario de explotación contra los pueblos americanos.
Venezuela es un objetivo para el imperialismo yanqui para reparar su maltrecha economía ya que posee las mayores reservas de petróleo reconocidas del mundo y exportaba a EEUU 500.000 barriles de crudo diarios. Para los gringos es inadmisible que los venezolanos no levanten todo tipo de restricción y permitan a empresas yanquis la explotación de sus reservas naturales en provecho de la “corona”.
La continuidad de Macri en un cuadro de guerra directa contra Venezuela tiene que ver no con la fortaleza con un presidente “que ya fue”, sino con la debilidad congénita de Bolsonaro; por lo tanto Trump, para no dejar el “patio trasero” en pelotas ha tenido que taparse la nariz y reforzar con guita una catástrofe a plazo fijo como es el gobierno de Cambiemos que arrastra un déficit financiero anual por el pago de intereses de la deuda de entre u$s35 mil a 40 mil millones. Semejante hipoteca lo único que preanuncia es la irrupción de los trabajadores en Argentina y en toda Latinoamérica.
La deficiencia mental de los políticos patronales que deberían indicarnos las coordenadas de salida de esta encerrona es que dependen del cáncer que corroe a la Nación (la deuda), por lo que en el escenario principal se desenvuelve inexorablemente una comedia con final dramático para la casta política.
El desgobierno de Cambiemos, apoyado por los K (Kicillof) y otros cómplices de las distintas comparsas antinacionales, subsidia desde hace más de un lustro a los capitales petroleros que están haciendo pingües negocios con Vaca Muerta (Chevrón, etc). Lo mismo ocurre con los bancos que, entre Lebacs y Leliqs y operaciones de cambio futuro, reciben un descomunal subsidio del Banco Central.
CFK que utilizó al fallecido Chávez “para lavados y fregados” –plan de viviendas en Caracas por u$s1.600 millones-, ahora frente al golpe prefiere que al régimen caraqueño le apliquen “el Golpe blando”, una salida dialogada entre Maduro (pagador serial de la deuda), México, Uruguay y países europeos que presionen al bolivariano. “El Grupo Lima -donde está CFK- pide a las FFAA venezolanas lealtad a Juan Guaidó” (www.perfil.com 8/5/19), sin dudas un llamado a la deserción militar en masa.
Esta historia de deslealtades entre partidos y gobiernos “nacionales” e incluso “socialistas”, que antes se rasgaron las vestiduras en nombre de la “hermandad latinoamericana”, ya la vivimos durante el golpe en Chile 1973 donde el futuro derrocado desarmó cobardemente los cordones obreros para permitir el ascenso de Pinochet. El único que se portó de una sola pieza fue Perón que apoyó y alentó decididamente el golpe en Chile.
EEUU va por las riquezas latinoamericanas para amortiguar su propia crisis económica, por eso el Consejero de Seguridad de Trump, John Bolton, declaró “si pudiéramos tener a las petroleras de EEUU produciendo en Venezuela haríamos una gran diferencia económica” (Fox Business). Por otro lado el Ministerio de Defensa brasileño confirmó que la cúpula militar -diferenciada de Bolsonaro- no quiere una maniobra armada externa (www.publico.es 1/5/19).
Se abre una etapa de lucha antiimperialista en toda la región.
Abajo el golpe militar contra el pueblo trabajador venezolano.
Fuera Maduro hambreador del pueblo.
Organicemos la solidaridad continental y mundial.
Fuera yanquis de Venezuela y de América Latina.
Por la unidad socialista de América Latina.
Fuera Macri y el FMI.
(*) Del Partido Obrero