Priscila vivía con su padre y la nueva pareja de éste en Villa Barceló, en Chingolo. Un día su madre biológica se la llevó y la nena desapareció: “Fui a denunciar su desaparición a la Comisaría 8ª y no me llevaron el apunte. Si hubieran hecho lo que tenían que hacer, tal vez la nena no estaría muerta”, señala Gabriel Leguiza (foto) el papá de la nena.
Silvia Beatriz Lafuente (37) la madre biológica de Priscila asesinó a su hija de 7 años a golpes -y luego quemó su cuerpo en la parrilla- porque no la llamaba “mamá”. Hoy está siendo juzgada.