Cuando se dividió el Cimpel se les prometió a los operadores de Defensa Civil y Same que se les iba a bajar del segundo piso del edificio viejo, y se los iba a dotar de comodidades.
De esto hace tres años, y todavía esperan las “comodidades”:
Los agentes de guardia del Same descansan en un contenedor... ¡Sí, en un contenedor sin baños, sin duchas, y sin agua ni para lavarse la cara!.
Y los operadores de Defensa Civil, a quienes los altos funcionarios de Monitoreo llaman “los privilegiados”, descansan unas horas durante su guardia en una pieza (foto) en la que no puede ni estar de pie más de una persona, con 4 cuchetas adelante y dos atrás, unas para los varones y otras para las mujeres, que comparten el mismo espacio de 4 metros por 4, precariamente dividido. Así pasan 24 horas de guardia: Hacinados, sin baños, arrinconados entre una heladera y un dispenser. “Por suerte hay agua”, se conforman.
Lo cierto es que tenían un lugar en principio asignado pero dicen que del sitio se apropió el subsecretario de esa cartera, el kravecista Guillermo Bonafina “para alojar a sus empleadas administrativas para que estén más cómodas, en una oficina con cocina y baño”.
Como se recordará, Bonafina es el mismo que se apropió para su uso personal, de una Ranger cero kilómetro, doble cabina, adquirida por el municipio y acondicionada para Defensa Civil.