por Lisandro Martínez*
El lunes 28/1/19, a las 20:30 por Crónica TV**, se llevó adelante un debate esclarecedor entre el candidato a presidente Guillermo Moreno del PJ y el dirigente del Partido Obrero Jorge Altamira. Muchos pasajes de la polémica trajeron al presente la enérgica felpeada política que le dio Marcelo Ramal el 12/10/17 a la diputada Elisa Carrió -por haber mentido todo el tiempo sobre la desaparición de Santiago Maldonado- haciéndola caminar “groggy” por todo el estudio cerrando los ojos ilusionada con que su objetor desapareciera.Para el régimen político patronal y la cadena de medios audiovisuales financiados con la pauta oficial, la del 28/1 fue una experiencia amarga que difícilmente quieran volver a repetir y menos ver y oír. Fue un debate político superior al de Rucci y Tosco de la década del ‘70. En esta oportunidad Altamira hizo un balance histórico sin concesiones del peronismo. Se pusieron a debate dos estrategias políticas, la de la clase obrera a la cabeza del proceso de liberación social y la del nacionalismo burgués con sus dos bloques dominantes (UCR/PJ) endeudadores durante 50 años del país por u$s 400 mil millones. La UCR/PJ son pagadores seriales de la deuda, que además ha convertido a las grandes patronales -¿nacionales?- en tenedores del 50% de los bonos de esa deuda y por lo tanto son vaciadores y a la vez acreedores del Tesoro Nacional.
El desafío tuvo de parte de Moreno su propia dinámica tratando de cambiar de tema cuando Altamira señalaba los distintos negociados del peronismo durante los 25 años que dirigieron la provincia y el país. Moreno apeló a tonterías, fanfarria y macartismos. La estrategia de Moreno es utilizar voz estentórea, chicanas y no presentar ningún programa ya que el peronismo es una agenda en blanco que la llenan los intereses patronales. El PJ ha sido históricamente el sostén del clero más retrogrado (Francisco es el ideólogo del “nuevo” PJ mientras está acusado por víctimas y familiares de proteger pedófilos). El justicialismo ha sido el reaseguro histórico del régimen de explotación para que continúe el saqueo al pueblo bajo la paz social garantizada por diputados, burócratas sindicales, concejos deliberantes y
fuerzas vivas.
La primera pregunta: ¿Qué hacer con la deuda externa argentina?, fue propicia para diferenciar programáticamente a los protagonistas. Mientras Altamira propuso: 1. Desconocer la deuda y 2. Que los partidos políticos que nos llevaron a esto junto con la clase social que los alimenta deben ser desplazados del poder por un gobierno obrero y de la izquierda dispuesto a transformar al país en un sentido socialista y desconocer por completo la deuda, Moreno –por omisión se colocó del lado de continuar pagando la deuda- señaló que la deuda hay que hacérsela pagar a los que la contrajeron: “Los Garcas”, “la oligarquía”. Altamira precisó que en 25 años de gobiernos pejotistas nunca pasó eso y que en la docena de años K los pagos fueron seriales. Como resultado el país es una semi colonia que brinda su servidumbre al capital nacional e internacional, confiscando a los trabajadores y a la masa del pueblo y graficó: “No vi a ningún oligarca pagar la deuda”.
Moreno, fastidiado con la insistencia de una periodista de su “palo” que le pedía que le respondiera a Altamira si el PJ era cómplice del macrismo en el Congreso donde es mayoría y de Vidal en la La Plata, la trató de “exégeta de Altamira”. Moreno continuó sobreactuando con “que el próximo gobierno justicialista le va a hacer pagar la deuda a los oligarcas de Florida y Lavalle”. Con esa sanata extendió un “paga dios” con “jubileo” para la burguesía si llega a ganar el pejotismo papal.
Moreno se ridiculizó al jactarse que la política justicialista es igual a la que aplica en EEUU, Donald Trump, quien está al borde del impeachment.
Moreno actuó como un loobista del Partido Papal, que incluye a CFK, al “Coronel” Urtubey, Grabois, Berni y otros pejotistas remanyados de la politiquería argentina. Presentó al nacionalismo papal como el partido del “Amor y de la Paz”, incongruencia que Altamira desmoronó apuntándole que “gobernaron con la Triple A” y luego Altamira preguntó: “¿Gobierno Nac&Pop con Chevron, Tenaris y tuti cuanti, o gobierno de trabajadores?”
Altamira volvió con: “¿Qué hacen los sindicatos peronistas frente al desastre social y el tarifazo?”, y Moreno respondió que “marchan aquí y allá”. Altamira siguió: “¿Pero la huelga general como la que convocaron los obreros peronistas en 1959 en el frigorífico Lisandro de Latorre para cuándo?” La no respuesta significó para nunca, porque la burocracia sindical como los diputados del PJ son parte de este operativo destinado a derrotar al pueblo y a los trabajadores. Altamira propuso que la clase trabajadora no tiene que ser la columna vertebral sino la cabeza del movimiento obrero.
Moreno señaló luego de largos análisis de costos, que el valor de las tarifas debería ser el costo de barril de petróleo a u$s35. Altamira le retrucó que el costo internacional es de 100 el barril. Moreno le señaló al líder del PO que no sabe nada de costos y bla bla bla, pero los costos son secreto comercial, como señaló Altamira, quien remató que hay que abrir los libros para conocer cuáles son los costos, porque si fueran ciertos los balances hoy no estarían los directorios empresariales haciendo cola en Comodoro Py.
Luego se vió la política de subsidios que según Moreno benefició a los trabajadores. En la era K los principales subsidios fueron a las tarifas que hacían un mix con salarios a la baja, sumando que el 40% de la mano de obra trabajaba en negro, además de las tercerizaciones. Así sostuvieron a empresas quebradas y al sistema de las privatizadas.
Moreno reclamó a Altamira que el PO no volviera a votar en blanco –que Tosco votó por Perón en el 73- y dijo que por el 4% de nuestros votos el pueblo pasa hambre. Pero el crecimiento a Macri se lo insuflaron los K con sus cadenas nacionales y el manoteo al tesoro público. Altamira recordó que el PJ votó 110 leyes que permitieron a Macri gobernar para los organismos financieros y hambrear al pueblo y así sintetizó la complicidad del PJ con el macrismo.
Moreno nos trató de “idiotas útiles”, pero idiotas útiles fueron ellos que votaron a Menem en 1989 cuando nosotros le advertimos a la población que “si vota a Menen gobierna Alsogaray” y llamamos a votar en blanco si se producía ballotage con Angeloz. ¿Quiénes fueron los idiotas útiles?
Moreno que manipulando el Indec causó un perjuicio enorme a los jubilados se dio el lujo de pavonearse en Crónica asegurando que en la justicia dieron por buenos los balances.
El tema del aborto como emancipatorio de la mujer fue el último planteo del PO y Moreno un orgánico de los misoginia papal develó aquí parte sustancial de la política que los sostiene, señalando que en la sociedad peronista esto va a estar resuelto. No pronunciarse también es una declaración en este caso contraria a la emancipación de la mujer.
(*) Del Partido Obrero
(**) Debate Crónica: https://www.youtube.com/watch?v=3KXiF7j_v3w