Así como sacaron el colectivo 278 que se enterró el sábado pasado en el barro de Cabrero 3600, así dejaron la calle. Ni siquiera apisonaron un poco el lodazal.
La municipalidad ausente sin aviso.
“Es terrible la destrucción de esta calle que viene arrastrando rota desde la época de Diaz Perez”, dice Mónica.