Un hombre salió a la puerta de su casa en Oncativo y Tucumán a recibir el año nuevo a los tiros, con una pistola en cada una de sus manos, para impedir -lo que debería hacer la fuerza de la ley y no lo hace- una juntada de desenfrenados.
Lo captaron las cámaras policiales de monitoreo, y allá fueron a buscarlo, como con media docena de móviles y lo metieron preso.
Una vecina dice que el hombre cometió tan aberrante episodio porque está cansado de denunciar sin respuesta de la ley, de que en noches como esa se juntan en una casa de la cuadra y arman festicholas que no dejan descansar a nadie hasta bien entrada la mañana del día siguiente.
La policía esta vez, echó al insoportable grupo de jóvenes que estaban armando una juntada.
Detenido en la seccional 2ª, allí tuvo que concurrir el SAME porque el hombre sufrió una crisis nerviosa.