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lunes, 24 de diciembre de 2018

Las mujeres en la lucha de clases y el partido revolucionario

por Lisandro Martínez*

“El grado de emancipación de la mujer en una sociedad indica la emancipación general" (Charles Fourier).

  Cinzia Arrusa, de la New Scholl of social Research de New York, escribió el libro Las sin partes: matrimonios y divorcios entre marxismo y feminismo, y también el Manifiesto para un feminismo del 99%, junto a otras intelectuales.
    Cinzia señala que “el feminismo del 99% es la alternativa anticapitalista al feminismo liberal hegemónico en las últimas décadas”, y que “finalmente el feminismo del 99% se posiciona directamente como parte del transfeminismo, defiende los derechos de las trabajadoras sexuales y busca alianzas sociales y políticas con todos los movimientos que luchan por un mundo mejor para el 99%” (Revista Contexto ctxt, 15/8/18).
Tener una posición de clase sobre la prostitución importa a la hora de delimitar un movimiento pequeño burgués de otro que pretende orientar y ser parte de la liberación de la clase obrera. Clara Zetkin señala diferentes concepciones feministas: “Los intereses de las mujeres no son homogéneos, sino que difieren según las clases sociales”.
   La prostitución no es la profesión más vieja del mundo porque no es una profesión, si se entiende como tal una actividad laboral especializada dentro de la sociedad. La profesión es aquella que requiere algún grado de conocimiento sobre algún área determinada y en este caso, la única área que deberá tener entrenada la mujer para ejercer la prostitución es imponerse un bloqueo mental absoluto cada vez que entregue su cuerpo a las manipulaciones más bestiales que le exija la clientela. Freud, señaló que “el tratamiento de las neurosis actuales consiste en la eliminación de las prácticas sexuales dañinas”. La prostitución y el prostituidor impulsan esas cargas de neurosis dañinas. Para Wilhem Reich “todas las manifestaciones de una sexualidad enferma, son una cara más de una sociedad enferma, enajenante, obsesionada con la ganancia y el capital”. Mientras Lacan entendió que “las mujeres sometidas a la prostitución estaban ubicadas en el lugar de objeto, no en el lugar de objeto de deseo, sino en lugar de objeto de goce sádico del prostituidor”.
   Una vez señalado el carácter deshumanizador de la práctica prostitucional es necesario
subrayar que deshumaniza tanto a la prostituida como al prostituidor. También conviene revisar el barniz de “oficio/trabajo” que pretenden darle los “regulacionistas de la prostitución” para así proveerle salud, contención social, status de trabajador, sindicalización y derechos laborales.
  Engels escribió: “Una de las ideas más absurdas de la filosofía del siglo XVIII, es que en los orígenes de la sociedad, la mujer fue la esclava del hombre”. Una idea clerical justificatoria de que las mujeres “no tuvieran alma durante siglos” y por lo tanto fueran antes y son ahora -para la curia-, un envase.
Engels subrayó: “El origen de la desigualdad sexual -como el de cualquier otro tipo de desigualdad- es social, económica”. Es decir de régimen.
   Para Marx “no existe emancipación posible en la actividad prostitucional” y en eso radica la incompatibilidad de las corrientes regulacionistas que se reivindican marxistas, defendiendo “al oficio más viejo del mundo” como un trabajo al que debemos legalizar y sindicalizar y recurren al análisis marxista del trabajo asalariado para afirmar que si la prostitución se legalizase mejorarían las condiciones de trabajo.
En la Argentina, desde 1875 a 1937 la prostitución y los prostíbulos fueron legales. En 1954 Perón rehabilitó a las prostitutas y a los prostíbulos hasta su caída en 1955. Estas experiencias no significaron ningún paso adelante en la defensa social ni gremial de las prostitutas y sí en cambio alta mortalidad por sífilis y por asesinatos “pasionales”, además de ser esclavas de bandas mafiosas.
   De los «trabajos humanos» de los que habla Marx, la prostitución es la única actividad en la que lo que se vende es el cuerpo. Además a la hora de analizar el trabajo humano como la realización del individuo, Marx no incluye -por supuesto- la prostitución, por el contrario en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, en “La lucha de clases en Francia” o en el Libro I de El Capital, la prostitución está ubicada en el lumpenproletariado (individuos desclasados que abandonaron la lucha de clases y no oponen resistencia alguna a la patronal).
El movimiento de mujeres socialistas desde 1875 tuvo un esbozo teórico con el libro “La mujer y el socialismo” de August Bebel, quien señalaba “la liberación real y completa de las mujeres será a través de la transformación social”.
En Argentina, el Acoso sexual y psicológico en el trabajo se estima en un porcentaje muy alto. Crear comités por lugar de trabajo es empezar a crear un torrente que enfrente todo tipo de ataques laborales y de los otros, que modifique las condiciones de trabajo, de salarios y elabore el pliego de reivindicaciones para acabar con todo esto.
Trabajadores de Google realizaron en noviembre de 2018 un paro mundial contra el acoso laboral y el sexismo. Cientos de ingenieros y trabajadores de Google abandonaron sus puestos de trabajo en protesta por el trato indulgente que Google dio a directivos acusados de acoso sexual. El paro abarcó Asia, Europa y EEUU, cientos de trabajadores salieron de su sede europea en Dublín, cientos más abandonaron las oficinas de Google en Londres, Zúrich, Berlín, Tokio y Singapur, quejándose de sexismo, racismo y un poder ejecutivo sin control en sus centros laborales; reclamaron a Alphabet Inc -matriz de Google- que incorpore a un delegado de los trabajadores en su junta directiva y comparta datos sobre equidad de pago (igual tarea, igual salario). También exigieron cambios en el área de recursos humanos para agilizar los reclamos por acoso.
El descontento entre los 94.000 empleados de Alphabet y decenas de miles de contratistas más no ha afectado notablemente a las acciones de la compañía. Pero los empleados creen que la compañía enfrentará desafíos a la hora de buscar personal o retener a los trabajadores si sus inquietudes no se resuelven (es.reuters.com 1/11/18)
Arriba la lucha contra el acoso, por la igualdad salarial y de oportunidades. Basta de femicidios. El movimiento nacional y mundial de mujeres ha dado pasos inmensos, el régimen social está en crisis a nivel planetario. Macri está destruyendo el país; no habrá cambios profundos si no nos sacamos este régimen de encima.
Asamblea Constituyente y que gobiernen los trabajadores.
   (*) Del Partido Obrero