Cada día 7 de cada mes, a las 16:00 se reúnen creyentes de la virgen María a rezar en la Plaza Auyero, con la presencia de varios sacerdotes. Anteayer hubo también una procesión por el barrio que culminó en la plaza de Arias y Córdoba, donde estalló un verdadero aquelarre de bombas de estruendo que sumieron en el consabido terror a perros y gatos de los alrededores.
Los restos de la fiesta pirotécnica estaban ayer a la vista (foto) por el paseo de Lanús E.
Hace poco también se registró otra “fiesta” de bombardeo en una iglesia de Diamante. ¿No hay compasión de la Santa Madre Iglesia para con los animalitos?
¿Y los concejales, que les dirán a los proteccionistas esta vez?