por Lisandro Martínez*
A un RRPP y accionista del boliche Barook lo acusa de secuestro y violación su víctima, una adolescente de 16 años. La joven se sintió descompuesta y pidió un taxi. El RRPP vino manejando un taxi por lo que la víctima subió engañada con la idea de ir a su casa.Desde el día 4/11/18 se conoce por boca de la víctima del abuso a la salida del boliche Barook, el nombre del responsable del hecho. Que se haya detenido al dueño del taxímetro es lógico ya que el chofer facilitó el vehículo para el operativo delictivo de secuestro y violación. ¿Es esta una modalidad ya utilizada por los dos sujetos o sólo una casualidad en la noche bolichera de excesos?
Que se hayan hecho correr versiones que el acusado por una menor de abuso no sería el responsable, es muy pesado ya que la acusación de la víctima (quien no estaba ni drogada ni alcoholizada al momento del ataque situación confirmada por la fiscal y el juez) es una prueba de primera mano que no permite la cínica jugada de culpabilizar a la víctima por “borracha”, “drogadicta”, “ligera” y todos los clises prejuiciosos que ponen en boga los defensores de los hijos del poder en todo el país. (Ver el caso de Lucia Pérez en Mar del Plata).
Pasados ocho días del delito, el 12/11 fuentes judiciales informaron un inesperado “giro en la causa”, deteniendo al taxista y dejando trascender que tenia marcas en sus brazos y las huellas de sus zapatillas eran las que se encontraron en la escena del delito.
El 14/11 (www.junin 24.com) las autoridades decidieron el cambio de todo el personal de calle y movieron a más de 40 agentes policiales hasta nuevo aviso, una conducta sin ninguna explicación sensata y que lleva a dos tipo de versiones: ¿Es responsable la policía y los mandos que estuvieron hasta hace momentos en funciones? O ¿conocen los detalles y
por eso se los traslada?
A partir de esto, todas las pruebas están para ser celosamente custodiadas y analizadas por expertos para que no sean alteradas entre ellas los videos recogidos por las cámaras de seguridad que deberán ser verificados por peritos que la familia aporte porque pueden ser modificadas y editados para la ocasión.
Desde el día que la justicia decidió liberar al acusado de abuso por la menor, el mismo se rajó de Junín (www.eljuninense.com 16/11/18).
En toda esta causa la movilización de cinco mil personas tuvo un protagonismo central para garantizar la investigación. Marchas y sentadas frente a la municipalidad no deben ser abandonadas si lo que se reclama es justicia.
El poder político de Junín desde el principio decidió dormir el proceso y llevarlo a la larga. Las intensas movilizaciones durante los cuatro días siguientes del secuestro seguido de violación pusieron al rojo vivo la desidia del funcionariado. Los estudiantes secundarios tuvieron que hacer varias sentadas para que recién a los días apareciera el Intendente.
El secretario de Seguridad no se animó frente a los reclamos del padre de la menor a clausurar el boliche –con lo que el acuerdo de negocios existente entre el funcionariado y los bolicheros inescrupulosos apareció en toda su magnitud. El secretario de Seguridad no quiso tener en cuenta las denuncias en vivo y para TN sobre drogas dentro de los baños y de los mostradores de los boliches hechos por los jóvenes frente a cámaras. Esto nunca se investigó y es de una gravedad que impacta.
Redoblemos la movilización que es la única carta de triunfo para tener justicia.
Comisión investigadora independiente de familiares y amigos
Elección popular y revocabilidad de jueces y comisarios
(*) Del Partido Obrero